FERNANDO IRALA
En un gabinete presidencial nombrado por tramos, los dos primeros bloques dados a conocer causaron la impresión de un equipo de profesionales capaces de sustentar un nuevo gobierno comandado por Claudia Sheinbaum, pero la tercera tanda pintó distinto: con la notable excepción de Omar García Harfuch, designado secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, el resto de los nombramientos pareció una imposición de personajes cuya primera lealtad de ubica con el mandatario que se va, y sólo en segundo término con la que llega.
La divisa reiterada recientemente de “continuidad con cambio” amenaza con quedarse en el primero de sus componentes, la continuidad, y dejar lo del cambio en un segundo término.
Faltan aún varias carteras por darse a conocer, señaladamente las del ámbito militar, Defensa y Marina, pero por lo pronto algunas de las de mayor importancia estratégica, serán ocupados por alfiles del Presidente: Gobernación, la Función Pública, Educación y Bienestar, ésta última donde repite la encargada de diseminar los distintos programas de apoyo social, que tan buenos dividendos electorales le produjeron al régimen.
Entre otros procesos que se parecen mucho a los que ocurrían el siglo pasado, en el antiguo régimen priista, el gabinete de inicio no es resultado puro y simple de los planes de la futura mandataria, sino más bien un ejercicio de toma y daca, de presiones y negociaciones en lo oscurito, porque el presidente saliente, y más éste, siempre tendrá la tentación de mantener una influencia transexenal.
Luego de que el nuevo gobierno se inaugure, ocurrirán de manera ligada y simultánea varios fenómenos incontenibles: primero la mengua natural de quien deja de estar en el centro de la atención pública todos los días, y en contrasentido la asunción de la nueva gobernante, que poco a poco se irá haciendo de los hilos y mecanismos del mando; falta también por ver qué nuevas cosas se saben y se investigan alrededor de los negocios y corruptelas al amparo del poder, que hoy ya se conocen muchas, pero que por razones naturales la Fiscalía hace como que no ve ninguna.
Entonces iremos conociendo quién es y cuáles son los planes verdaderos de la señora Sheinbaum, una vez que se deshaga de las ataduras que actualmente tiene, si es que quiere y puede romperlas.
Mientras tanto, todo son apariencias y especulaciones.