TERESA GIL
Aunque en México le hemos dedicado este año a Felipe Carrillo Puerto, el mundo cultural se lo atribuye a Franz Kafka, el gran escritor checo-alemán nacido en 1883. No desmerece a Kafla nuestro año porque el gran yucateco, protagonista de un romance histórico, fue asesinado de la manera más absurda e irracional, por quienes también tenían la vena revolucionaria, allá por 1924. El fue fusilado junto con sus hermanos y otros personajes de su gubernatura el 3 de enero de ese año, mientras Kafka murió a los 41 años el 3 de junio del mismo año. Cuando la definición de lo kafkiano subió a los diccionarios este siglo en 2001, la fama instalada de casi un siglo ya subrayaba los términos ilógico, surreal, absurdo, para transitar a lo escalofriante. Se menciona a menudo la definición del diccionario Larousse Ilustrado, como el que mejor captó esos términos para hacer de una situación algo inquietante por lo absurdo, o carente de lógica.
MUCHO ACERCÓ A KAFKA AQUEL ACCIONAR POLÍTICO, POR LO INQUIETANTE
Cuando se calificó por un tiempo a nuestro país como surrealista, algo de las definiciones kafkianas lo alcanzaban aunque los casos sean diferentes. Si analizamos nuestro recorrido de tantas décadas, resulta absurdo e ilógico que un país que hizo una revolución, se haya convertido en aquel gobierno de más de 80 años, en una dictadura como la calificó el escritor de ultraderecha Mario Vargas Llosa. Y que en este momento, sea absurdo que el que fue el dueño del país sea miserable poseedor de solo una entidad. Resulta inquietante, otra definición kafkiana, que su actual dirigencia quiera trastocar todos los estatutos de aquel partidazo para convertir a sus líderes en una tiranía de partido.
NADA MÁS KAFKIANO QUE LA FORMA COMO SE APLICA LA JUSTICIA EN MÉXICO
Para no ir más lejos y ya que estamos en vísperas de una reforma sobre el Poder Judicial, es referirse a éste como el caso más ilógico de los tres poderes: el que sea el que aplique la justicia nos salga seguido con la injusticia en sus resoluciones, en las que hay una inquietante advertencia a la sociedad mexicana. Como se ve, referirse al gran escritor checo- alemán no tiene nada de extraño en los acontecimientos no solo aquí sino en todo el mundo. La reacción absurda, ante muchas circunstancias en la que lo extraño podría ser, en todo caso, la reacción lógica, normal y tranquila.
LA METAMORFOSIS EL ARQUETIPO QUE KAFKA NOS HEREDÓ
La metamorfosis (Alianza Editorial 2011, otras editoriales) es una novela corta que Kafka escribió en 1912 y que ha tenido todo tipo de interpretaciones. Gregorio Samsa despierta convertido en un monstruoso insecto y aunque sorprendido del cambio en el que no cree de inmediato, lo que realmente siente desde el punto de vista físico, es la dificultad para moverse. Lo ilógico de la situación para algunos críticos, es que a él le preocupa más que su nuevo estado, que éste lo conduzca a llegar tarde a su trabajo. Sus reflexiones vuelan a la urgencia de regresar a ese trabajo para mantener a su familia que vive de él. Familia que está muy satisfecha de que alguien la mantenga. El estrés y la presión en que se mueve un pobre viadante como él era, sujeto a la vigilancia y explotación, es lo que lo hace sentir como un insecto. Es la metáfora de un hombre desolado que está condenado a la incomprensión. La novela sigue en torno a la reacción familiar injusta y culmina con su muerte, en una situación inquietante y absurda en la que sus propios familiares lo desprecian. La teoría de Kafka sobre el ser humano, se descarga en esta novela, por ello para algunos dentro de las muchas obras de este escritor laureado en especial en este año, la que más ha causado impacto es ésta, una metamorfosis que todos de alguna manera hemos tenido.