CARLOS RAMOS PADILLA
Esa parece no existir, esa versión necesaria hoy ausente, en silencio. Ellos, los que impulsaban la versión de una oposición esperanzadora, triunfadora, la que levantó mareas rosas y pretendía cambiar radicalmente al país sin miedo, pues parece que tiene miedo a salir a defender y representar a millones de personas que les creyeron. No a suficiente un carrusel de entrevistas de Xóchitl en algunos noticiarios para repetir lo mismo en uno y otro entre risitas nerviosas. Tampoco alimenta el ánimo saber que se regresa al Senado como si nada. Y los líderes de los partidos PAN/PRI/PRD ahora si unificados en el autismo político. Esos mismos líderes partidistas que ahora buscan su benéfico y protección personal acomodándose en curules bajo su auto propuesta. Se acabaron las elecciones se agotó, se cansó, se aburrió la oposición. Sufrieron las consecuencias de una elección de Estado sin duda, pero lo sabían y no tuvieron la lectura suficiente hasta para preparar mediáticamente a su candidata para enfrentar debates públicos. Se fracturaron antes de iniciar la contienda. Tuvieron que aceptar a una postulante que no era de ellos y les ganó por una encuesta. No sobrevivieron a una fractura entre ellos, los partidos, y estos con la candidata. A una empresaria le ganaron las “corcholatas” que iniciaron campañas en tiempos no permitidos y sancionables. Un ejercicio inédito en donde participó el crimen organizado (ahí están los candidatos asesinados), donde se sospecha la repartición de credencial del INE a migrantes ilegales, donde el presidente abuso de las mañaneras, donde traicionaron los gobernadores priistas, donde había pruebas de corrupción y enriquecimiento ilícito de aspirantes y candidatos…ahí estaban los elementos, pero no las ganas. La versión de los vencidos no convence, vamos ni existe. Se acabó el proceso, se acabaron ellos hasta perdiendo el registro de un partido (PRD) ante la vergüenza de no llegar a un 3% y solo ver la abierta traición del hoy presidente. Personajes que de siempre para subsistir promocionaron, alentaron y presumieron a López Obrador, pero luego, cambiar sus valores y principios y decirse éticos voceros de Xóchitl. ¿Dónde la resistencia civil, los programas estabilizadores, los planes de equilibrio, los contrapesos? No hay versión. ¿Las Reformas pasarán ante su inmenso silencio? ¿Ninguna consideración al gabinete y sus cuotas de poder? ¿No hay reflexión ante la reacción de los mercados y la caída del peso? ¿Ya nada interesa e importa? Ojalá no se fortalezca la sensación de que millones fueron usados nada más con fines electorales. Ojalá la llamada oposición se percate que tiene una obligación ética e histórica. Ojalá…