EDUARDO MERAZ
Por el bien de México y de la democracia en nuestro país, cobra especial importancia el recuento de votos en el 60 por ciento de las casillas, en atención a la ley y a demandas de partidos y ciudadanos.
Está revisión de los cómputos, prevista por el Instituto Nacional Electoral, servirá para evitar sospechas de manipulación de resultados y dará certidumbre a los ciudadanos de que sus votos contaron y se contaron bien.
Está por demás tratar de negar la diferencia de votos entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Es demasiado grande para poner en duda el triunfo candidata de Morena y partidos aliados.
No obstante, si el grado de inconsistencias registrados en el PREP va más allá de una mala utilización del ábaco electoral, pondría en entredicho la neutralidad del INE.
A lo anterior, se suma la urgencia del oficialismo por anticipar que la preferencia hacia la abanderada. del cuatroteísmo, se trasladó de forma automática a sus candidatos al Congreso de la Unión.
Las cifras dadas a conocer por la secretaria de Gobernación, María Luisa Alcalde, con base en el PREP y no en los cómputos finales, semeja más un albazo, pues pretende dejar la impresión de que el grupo en el poder tendrá la mayoría calificada.
Según sus «otros datos», el Partido Verde alcanzaría 74 diputaciones, con poco menos del 9 por ciento del total de sufragios. En cambio, para Acción Nacional, con más del 17 por ciento de la votación sólo le asigna 72 curules.
Hasta el momento en las redes sociales se publican fotos donde se evidencia las disparidades entre los registros del PREP y las sábanas de un buen número de casillas, lo cual quiere decir que funcionarios del Instituto Nacional Electoral actuaron de mala fe.
De ahí la importancia de que este recuento de votos se lleve a cabo con la mayor pulcritud y transparencia, a fin de evitar sospechas de una actuación sesgada de parte del árbitro electoral.
Es importante resaltar el interés de los ciudadanos por acudir a las urnas, al cual las autoridades electorales deben corresponder con una contabilidad cierta de los votos, que los sufragios cuenten y se cuenten bien.
De lo contrario estaríamos confirmando que la actual fue una elección de Estado que contó con el visto bueno de las autoridades electorales.
Habremos de esperar la finalización del recuento, Sí el porcentaje de inconsistencias es significativo, estaríamos frente a otra causal de anulación de los comicios.
Para tranquilidad de todos es deseable el recuento de votos no sólo presidenciales, sino también para diputados y senadores, así como para las nueve entidades donde se renovará el poder ejecutivo estatal.
Asegurar que fue una elección limpia y libre como sostienen los cuatroteístas, hace indispensable eliminar cualquier sospecha de manipulación de los sufragios, con o sin ábaco y sin albazos.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El carácter «indefinido» en la temporalidad de Rogelio Ramírez de la O al frente de Hacienda en la siguiente administración, no puede verse como una buena señal.
@Edumermo