EDUARDO MERAZ
A pesar de su postura triunfalista, algo ven en el cuatroteísmo de cara al 2 de junio, por lo cual acuden al viejo adagio de “amarrarse el dedo antes de cortárselo”. El presidente palaciego, la abanderada presidencial y el dirigente morenista aluden a un posible fraude, la anulación o la judicialización del proceso electoral.
No obstante, la inocultable elección de Estado impulsada y desarrollada desde Palacio Nacional, los 23 gobiernos estatales y el armamento de sus aliados “outsider”, tales expresiones reflejan la actitud “timo-rata” de una sorpresa en el resultado final de la votación.
La actuación ilegal del oficialismo a lo largo de dos años para sacar ventaja en la renovación de los poderes ejecutivo y legislativo federales se ha caracterizado no sólo por el ofensivo derroche de recursos lícitos e ilícitos, sino también en el debilitamiento de las autoridades electorales y en la evasión consuetudinaria de las reglas de competencia vigentes.
Aún con todos estos chanchullos, la frecuente referencia a la posible invalidez de la elección es como si anticiparan un resultado diferente al previsto o calculado, o bien abrir el espacio para avanzar en la absorción o subyugación del poder judicial y de los órganos autónomos como los institutos electoral y de transparencia entre otros.
Este comportamiento tramposo del cuatroteísmo contrasta con el optimismo de la consejera presidente del Instituto Nacional Electoral, Taddei Zavala, al pedir a los ciudadanos “estar seguros y confiados en que podrán acudir a ejercer su derecho al voto el próximo 2 de junio en total libertad”, cuando ni siquiera los candidatos tienen tal seguridad.
A pesar de las pruebas claras de la inexistencia de piso parejo en la contienda, a los aspirantes les aseguró que el sistema nacional de elecciones les garantiza que la competencia política “continuará estando soportada por el cumplimiento de los principios rectores de objetividad, legalidad, imparcialidad, independencia, certeza y máxima publicidad.
A poco más de dos semanas del domingo de votación, según Taddei Zavala “todo está listo”, aunque se tienen datos de que una tercera parte de los nombramientos ciudadanos ha declinado ser funcionarios de casillas.
A su vez, el consejero Martín Faz Mora aseveró que “no hay un “boicot directo por parte del crimen organizado en la realización de las elecciones” o amenazas específicas para no instalar casillas.
Ante estos posibles obstáculos, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, consideró que la oposición alista la judicialización de los resultados porque saben que van a perder”, aludiendo a la anulación de una elección cuando no se pueden instalar el 25% de las casillas electorales.
El líder partidista indicó que ello obedece ante la ventaja de su abanderada, por lo cual la oposición buscará la nulidad de la elección, ya sea por la supuesta violencia o acusando que existe una elección de Estado.
En realidad, estas reiteradas “advertencias” del cuatroteísmo constituyen un engaño, pues en realidad ellos serán quienes apelarían a estos recursos, si los resultados no los favorecen. Actitud “timo-rata”, a pesar de todas las trapacerías para robarse la elección.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Marco Antonio Beltrán Moreno, juez de Distrito del Centro de Justicia Penal Federal en el Estado de México, envió un mensaje a Estados Unidos y a la Organización de la Naciones Unidas (ONU) en el que alerta que la democracia mexicana está en peligro, y les pide un mensaje de apoyo, de ánimo y solidaridad para empoderar la independencia judicial, y que todos los jueces mexicanos continúen su lucha en defensa de la Constitución.
@Edumermo