TERESA GIL
Manuel López San Martín no puede participar como moderador en el primer debate de los candidatos a la Presidencia de la República. La andanada de vituperios lanzada contra el científico Hugo López Gatell, funcionario del actual gobierno que encabeza Morena, lo descalifica como árbitro, porque una de las contendientes, Claudia Sheinbaum, participa por ese partido. Este ha solicitado públicamente al INE que dicho moderador salga del evento. Quien funja como moderador o moderadora en esos debates independientemente de una postura propia, debe ajustarse no solo en su actitud pública, sino con más razón en el debate, a su papel de árbitro. Hay dudas de que eso suceda con el señor López San Martín. Dejar ese riesgo, será responsabilidad del INE y desde luego marcará negativamente este proceso ya enturbiado por una guerra sucia que el propio INE se niega a investigar.
LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN PARA EL SEÑOR LÓPEZ SAN MARTÍN, ES EL INSULTO.
La defensa de su libertad de expresión que está haciendo dicho señor, evidencia el concepto que tiene de ese derecho constitucional. Es la postura utilitaria que asumen ciertas personas que creen que las libertades son abiertas y los demás no existen; es agredir a esos demás y convertir ese derecho, que es universal, como la expresión de su propia soberbia. Los demás no importan. Los artículos sexto y séptimo constitucionales son una simple referencia cuando la ética no existe. Un evento como el que va a ocurrir el siete de abril con el debate exige que el comportamiento de todos los actores sea ético. La pequeñez de López San Martín se adelantó y se mostró por fortuna antes de tiempo. Así la ciudadanía ya sabe quién está de moderador, si el INE continúa con el absurdo de mantenerlo.
HUGO LÓPEZ GATELL Y LA IGNORANCIA DE SUS ENEMIGOS
Los insultos a López Gatell en la antesala del debata que será el siete de abril como ya dijimos, parece un plan con maña de parte de quien también queda bien con el patrón que le da trabajo. La tragedia mundial que enfrentamos millones en el mundo durante la pandemia llevó al cuestionamiento de todos los gobiernos del mundo. Algunos renunciaron durante ese trayecto, ante la presión. El desconocimiento del virus y sus efectos condujo a la gente a culpar a los encargados que abordaron la crisis, de ser los responsables de muertes y enfermedades graves de otros. En México los opositores han aprovechado el caso para agredir en forma permanente al actual gobierno cuando lo mismo se hizo en miles de sitios en la tierra. El gobierno mexicano enfrentó denodadamente el problema y utilizó a los mejores funcionarios para abordarlo. No tomar en cuenta eso, no solo es ignorancia sino mala fe y parte de la guerra sucia que ya estaba instalada. A diario leemos las mentiras que distribuye por el país la candidata opositora, sin que tengan sustento y el INE intervenga. El señor López San Martín no es un periodista reconocido, se le incorpora al debate porque está expuesto en una pantalla, pero nunca se ha sabido que sea un gran periodista. Con esa percepción y lo que dijo siempre con insultos, exhibe lo que realmente es y su presencia en el primer debate si sigue adelante, va enturbiar el acto. El INE esta avisado.