TERESA GIL
Si los extranjeros tienen prohibido meterse en México en asuntos políticos, está claro que aún tratándose de asuntos electorales, por ser políticos, quien debe intervenir es el ejecutivo y no el INE. Y mucho menos el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que luego le da por considerar violación del ejecutivo. La descarada intervención de VOX, el organismo de ultraderecha española que de manera abierta dice que va a intervenir en las elecciones mexicanas, debe ser copada cuanto antes por el ejecutivo que es el único que tiene la capacidad constitucional para hacerlo. La amenaza agresiva del organismo ibero aunque ha sido rechazada muy por encima por la candidata opositora, está claro que pretende inmiscuirse en los procesos mexicanos de diferentes maneras. Ya lo hizo recientemente cuando se presentó alebrestado en sus peligrosas disquisicones, para mostrar lo que realmente es. La propia mujer en cuestión anduvo levantando el vuelo cerca en su reciente viaje a España, cuando se entrevistó con Felipe Calderón, a quien después también negó. Es su estrategia.
LOS ORGANISMOS ELECTORALES NI SE TIBIAN ANTE LAS INTERVENCIONES
Aunque la decisión constitucional en torno a los extranjeros inconvenientes no sea de los organismos electorales, al menos el tema se debería de sacar a colación, ya que hay extranjeros invitados que al registrarse tienen derecho de estar en los comicios, aunque también varias restricciones. Y estos límites si son de la obligación del INE. Entre esos, ocho en total, que fijan las normas, limitan a los extranjeros a no obstaculizar los comicios, no hacer proselitismos, pronunciarse a favor o en contra, alterar la equidad, externar apoyos o repudios, pronunciarse por un partido o candidato, declarar tendencias o triunfos y algunas más que hacen que en realidad el extranjero solo sea una especie de convidado de piedra, que por lógica no puede meterse en un proceso ajeno. Pero no hay que olvidar que muchos se apuntan porque traen un propósito que muchas veces se evidencia posteriormente, lo vimos en Bolivia, cuando días después de las elecciones se dio un golpe de estado.
EL EXTRANJERO JUEGA PAPEL IMPORTANTE EN LA CARTA MAGNA
La misma apertura que da el neoliberalismo, se da en las condiciones de un estado y los comicios no son la excepción. Por eso la extranjería debe de ser legalizada puntualmente en una norma suprema. Esa norma debe delimitar claramente la soberanía. La Constitución de 1917 dejó un artículo 33 que ya hemos mencionado en otras veces, en el que rotundamente un poder, el ejecutivo, podía desprenderse de extranjeros inconvenientes en solo un parpadeo. El 10 de junio de 2011, el gobierno de Felipe Calderón más permisivo, quizá porque se imaginaba que algún día necesitaría de un país externo o porque quería negociar abiertamente con extraños, el caso es que reformó el mencionado artículo. La reforma de Fecal se hizo más permisiva como se dijo y puso trabas administrativas para que el ejecutivo pudiera expulsar a un extranjero. El 8 de marzo del 2023, Andrés Manuel López Obrador envió a la cámara una iniciativa que contenía a su vez, otra reforma del mencionado 33. Quizá con una visión, el mandatario previó lo que está pasando actualmente cuando unos extremistas españoles se atreven a decir públicamente que ellos estarán presentes en comicios que solo a nosotros los mexicanos nos interesan. El descaro hay que pararlo y ese proceso está en marcha.