JUAN CHÁVEZ
Desde finales de 2023 se veía venir la traición de ex priistas creadores de la Alianza Progresista que se declaró apoyadora de la candidatura de Claudia Sheinbaum
“Alito” Moreno, que se autodenomina líder del PRI y que reformó los estatutos del tricolor para mantenerse en la dirigencia del partido “hasta después de las elecciones”, es el responsable del masivo abandono de destacados cuadros del priismo.
Pero la salida de Eruviel Ávila del tricolor no tiene madre…
Es un auténtico chaquetazo: mirar, como político, sólo por sus particulares intereses y olvidar que en sus tiempos dentro del PRI ayudó a construir lo que Morena ha destruido y sigue destruyendo el México institucional.
Eruviel representa al municipio que mayor número de votos aporta a la elección de Presidente de la República: Ecatepec, que tiene más de tres millones de habitantes.
Con Eruviel están en el Grupo Progresista otros ex priistas como Alejandro Murat, ex gobernador de Oaxaca; Jorge Carlos Ramírez Marín, el eterno trotamundos de las dos cámaras del Congreso; Nuvia Mayorga, Adrián Ruvalcaba, entre otros.
Suman 18 exmilitantes del PRI, antiguos gobernadores y cuadros clásicos que han ido saliendo del partido por diferencias con la actual dirección, arremeten contra Xóchitl Gálvez y la califican de “títere” de las dirigencias del PAN, PRI y PRD.
El grupo de expriistas ha anunciado este martes una plataforma, la Alianza Progresista, nacida para apoyar a la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum. Tras su salida en diferentes momentos de las filas del PRI han pasado de opositores a promotores de la autodenominada Cuarta Transformación.
Serán “como soldados”, pendientes de lo que la abanderada oficialista decida hacer con su apoyo.
Para redondear su salto, han llamado a los inconformes con las dirigencias del PAN, PRI y PRD a adherirse a su alianza.
Lo que huele como traición, es la actitud de Eruviel, que de la noche a la mañana pasó de ser uno de los impulsores de las reformas modernizadoras del país a uno de sus enterradores.
Dado su peso político y trayectoria, Eruviel le debe una explicación a la opinión pública por el brinco de la oposición al gobierno.
¿Por qué, a unos meses de la elección presidencial, cambió tan radicalmente y se fue al bloque oficialista?
De los priistas que tomaron la matraca obradorista, el único que tiene base social propia, importante, es Eruviel.
Su cambio de bandera le será de gran utilidad electoral a Morena. La candidata del gobierno va a arrasar donde pudo ganar la oposición: Ecatepec, el municipio más poblado del país.
Ahí está la base de Eruviel, donde fue alcalde y desempeñó una labor que sus paisanos siempre le han reconocido en las urnas.
Pero Eruviel cambió de ideas, a las opuestas, sin dar explicaciones.
Su brinco a la otra vereda lo hizo con cientos de miles de votos en las alforjas. En una elección cerrada, eso cuenta.
Como priista lo fue casi todo en la vida política, menos presidente de la República, aunque estuvo en la baraja de aspirantes a la candidatura de ese partido en 2018.
Salió del PRI hace un par de años, cuando Alejandro Moreno, Alito, dio un golpe a la bancada de su partido en el Senado y quitó a Miguel Osorio Chong de la coordinación.
Quienes se fueron del PRI tenían razones de peso para hacerlo, debido a que Alito cambió los estatutos para quedarse hasta después de las elecciones federales en la presidencia de su partido.
Ahora que se dieron a conocer las listas de candidaturas plurinominales, Alito Moreno tuvo la mala decisión de ponerse en primer lugar.
En lugar de poner a la cabeza de la lista a Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, o la mexiquense Ana Lilia Herrera, se puso él. Termina en agosto al frente del PRI y pasará al Senado sin competir.
Su actitud como presidente del PRI detonó la salida de cuadros valiosos de ese partido, y la marginación de otros que compitieron con bríos en una contienda desigual contra Morena. Es el caso de la excandidata al gobierno del estado de México, Alejandra del Moral.
Con todo, lo de Eruviel fue un chaquetazo; un gran traición al PRI.
Fue impulsor de la reforma energética de Peña Nieto y ahora comulga con el cuento de que esa reforma era para enriquecer a los neoliberales. Y hace campaña en ese sentido.
El que promovió la recuperación de la rectoría del Estado en la educación y le quitó el botín a la CNTE y al SNTE, sostiene ahora que la reforma fue para privatizar la escuela pública y humillar a los maestros.
El que estuvo en el equipo que creó organismos autónomos para empoderar a los ciudadanos, ahora dice que es necesario desaparecerlos porque se crearon para robar.
El defensor del INE se pasó a las primeras filas de los que buscan desaparecerlo.
¿Cuánto robó Eruviel? Es el cuento que va a golpear a Morena. Peña Nieto lo enriqueció.