ISABEL ORTEGA MORALES
Chilpancingo, Guerrero. En nuestro país, las marchas cambiaron su objetivo, durante casi dos décadas el rostro de quien ocupa el poder, con un cambio, antes opositor y ahora, también de la sociedad que decía defender, fue para opinar contra cualquier declaración, acción o personaje que le permitiera estar en los medios que abrían espacio a un López Obrador por considerar era el adalid de la democracia.
El rostro de López Obrador se ha desnudado, no, no era el adalid, era el agitador de masas, el que tenía recursos no justificables para no trabajar y hacer de su tiempo libre lo necesario para hacerse del poder que hoy ejerce con un grupo de amigos y amigas.
¿Esa era la democracia que decía buscar?
¿Si entramos al rango de la real democracia, porque antes las marchas eran opositoras y ahora son en defensa de esa democracia?
Porque ahora, la democracia si está en riesgo.
Observando la propaganda de los partidos políticos encuentro el rostro del presidente AMLO, imposible considerar que podría estar en otro momento el del Mandatario que ostenta el poder, sin que saliera AMLO a combatirlo. ¿Entonces qué ha pasado para que la sociedad salga, y dedique un día de asueto para concentrarse y pedir elecciones sin injerencia del poder en turno y del poder del narco?
Desde los Estados Unidos salió un primer aviso que sacudió al presidente López, la existencia de un expediente que da cuenta que el narco, sí, el narcotráfico, o los capos de esos grupos criminales de nuestro país, habían financiado su campaña presidencial del 2006.
La respuesta fue rápida, negarlo. Pero había temas bilaterales que había que discutir entre ese país y el nuestro y parece, si, al menos en la lectura general así se ve, que los acuerdos cambiaron el discurso y para tranquilizar al Mandatario Mexicano le dijeron “expediente cerrado”. Pero ojo, cerrado no significa declarado inocente.
Un trabajo periodístico de Carlos Loret de Mola trajo a la mesa el tema de nueva cuenta, ratifica que el presidente López Obrador recibió financiamiento del narco, le formaron comités en los municipios y les dieron carta abierta para ocupar presidencias y curules.
La descalificación a ese dicho vino del mismo presidente. Pero el lodo está en su cara.
¿Por qué sale la ciudadanía a pedir elecciones? ¿Por qué salen grupos de distinta edad y posición social a defender la democracia?
Porque está en riesgo.
Porque no se puede ocultar el interés del presidente de querer dejar a su delfina, de estar haciendo campaña a su favor, de emitir mensajes para amedrentar a una sociedad desinformada pero adoctrinada que en base a su pobreza se pretende terminar con la democracia e instaurar una dictadura que someta por necesidad y miedo.