He sospechado alguna vez que la única
cosa sin misterio es la felicidad,
porque se justifica por sí sola.
Jorge Luis Borges
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
En septiembre de 1995 se estrenó la película “Waterworld” protagonizada por Kevin Costner, en ella se habla de un mundo marino en el que se derritieron los polos y a pesar de la abundancia de agua, era salada y la potable se había convertido en el mayor de los tesoros desatando las aventuras del protagonista, una guerra por conseguir el vital líquido para sobrevivir, por cierto, el film de Kevin Reynolds a pesar de haber sido la película más cara no logró el éxito de taquilla.
Desde la década de los 80, en México se inició con grandes campañas para hacer conciencia en la ciudadanía sobre el cambio climático, lo importante que era, y es el cuidado del medio ambiente para poder acceder a un futuro mejor, que conste que las advertencias estuvieron ahí, pero como suele suceder perdimos el tiempo.
La Ciudad de México es considerada la más grande del mundo, una de las más pobladas y por su indiscriminado crecimiento es una de las que más agua consume. Desde hace diez años los focos rojos se encendieron por la proyección del estiaje y sus consecuencias. En pleno año 2024 la capital del país vive una emergencia, aunque por ser año electoral quienes gobiernan han preferido guardar silencio para que ese tema influya lo menos posible en la toma de decisiones a la hora de llegar a las urnas.
El año pasado Nuevo León y su capital Monterrey acusaron una de las peores crisis por falta de agua, se trata del estado norteño más industrializado. Los ciudadanos se las vieron verdaderamente complicado, porque una pipa llegó a costar hasta 30 mil pesos, unos mil 500 dólares, el tema se politizó y se espera que este año sigan las consecuencias por la falta de planeación. También Baja California Sur y Durango se encuentran en estrés hídrico.
Nuevo León tiene un déficit de más de 31 millones de metros cúbicos de agua que hacen vulnerables a las comunidades y a todos los tipos de producción del estado, generando desabasto no solo del líquido, sino de todo el sistema productivo: agrícola, ganado, industria.
Pero esta situación no solo ocurre en nuestro país la crisis hídrica en el mundo se complica año tras año. Al menos 25 países y una cuarta parte de la población mundial, están actualmente expuestos a un estrés hídrico extremadamente alto anualmente, de acuerdo con un análisis del World Resources Institute (WRI).
Alrededor de 4,000 millones de personas están expuestas al estrés hídrico durante al menos un mes al año. Para 2050, ese número podría estar más cerca del 60%. La demanda de agua se ha más que duplicado desde 1960. El aumento de la demanda de agua suele ser el resultado del crecimiento de la población y de industrias como la agricultura de regadío, la ganadería, la producción de energía y la manufactura.
Los cinco países con mayor estrés hídrico son Bahrein, Chipre, Kuwait, Líbano, Omán y Qatar. El estrés hídrico en estos países se debe principalmente a un bajo suministro enfrentado a una demanda para su uso doméstico, agrícola e industrial. Las regiones con mayor estrés hídrico son Oriente Medio y África del Norte, donde el 83 % de la población está expuesta a un estrés hídrico extremadamente alto, y el sur de Asia, con el 74%, de acuerdo con el WRI.
En México, Baja California Sur y la Ciudad de México tienen un estrés hídrico extremo. Siempre pensamos que el futuro difícilmente nos va a alcanzar, pero la realidad se impone, cada día es más complicado y caro abrir la llave para tomar un poco de agua…
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Hasta la próxima.