CONCLUSIÓN DE LO INCONCLUSO
Oaxaca–Puerto Escondido,
es decir, Oaxaca–Costa,
fue un sueño muy repetido
que hoy complace y se goza.
Otros pensarán lo mismo
mirando hacia otra región
por la ruta Oaxaca–Istmo
loable comunicación.
Es como un papel arrugado con el puño,
según informe de Hernando a su monarca,
sí, Cortés le describió ese terruño
al que empezaron a llamar Guajaca.
Abrupto, arisco, disperso,
tenía que unirse un buen día
aplicando tesonero esfuerzo,
concertación y moderna ingeniería.
Puentes sobre las arrugas,
túneles en las montañas
demuestran, no quedan dudas,
que son viables las hazañas.
Rafael López Jiménez/ II–2024