EDUARDO MERAZ
Está visto: Palacio Nacional no es seguro, ni para el mandatario ni para Morena. Al primero, lo hackean y los guindas están en jaque.
El mundo feliz de los otros datos, las encuestas amañadas y la exhibición de malos manejos en toda la administración pública han mellado la credibilidad del cuatroteísmo, volviendo incierto el futuro de la continuidad.
Ante esa posibilidad, el oficialismo rasca hasta abajo de las piedras en busca de asuntos capaces de rescatar la simpatía y el respaldo de la sociedad, el paraíso perdido por errores y corrupción, pues el papel de víctima a nadie convence y mucho menos conmueve.
Revivir el caso del asesinato de Luis Donaldo Colosio, bajo la argucia de un segundo tirador e involucrar a Genaro García Luna en las investigaciones, se inscribe en la urgencia del presidente palaciego y su partido de recuperar y controlar la narrativa y la agenda en el país.
Pero más pronto que rápido el alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del malogrado candidato presidencial hace 30 años, pidió al mandatario sin nombre y sin palabra, le otorguen el indulto a Mario Aburto, procesado por el magnicidio de su padre.
“Yo diría que mejor indulte a Mario Aburto, que lo indulte, que ponga un carpetazo final a este asunto (y) permita que tanto mi familia como México sanemos”, dijo.
Algo impensable para el cuatroteísmo, el cual se alimenta del conflicto, la división y la mentira como forma de gobierno. Reabrir el expediente de Luis Donaldo Colosio Murrieta, se ubica en esa tendencia.
Los reveses con el gobierno de Estados Unidos en materia migratoria, la exhibición de actos de corrupción de sus cercanos, obras magnas afuncionales y ahora, el hackeo de archivos de su área de comunicación. Hablan de descontrol en la gobernante.
Aun cuando eso no parece afectarle, si se añade la baja en la popularidad presidencial y, por extensión, la de Claudia Sheinbaum, son claros síntomas de pequeñas ebulliciones sociales y de violencia.
El poder del mandatario se diluye conforme se aproxima el fin de su mandato, disminuyendo rendimientos políticos, que tampoco puede asegurarle su bastonera. Los hackeos y jaqueos, así lo certifican.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Costarán a la industria aérea cerca de 6 mil millones de dólares, políticas de la actual administración federal para la aviación nacional.
@Edumermo