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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
Hace un año lo pusimos en esta mesa del PP.
Solo una figura podría competir en el plano nacional a López Obrador, y no era Xóchitl, sino Luis Donaldo Colosio Riojas, el joven alcalde de Monterrey, una figura irresistible ante la emoción colectiva de ser la víctima de uno de los crímenes más repudiados en nuestra historia moderna: la de su padre Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Colosio Riojas es, por default, el hijo de aquel México que sufrió la sed de justicia, una «marca » que se vende por si misma y que por una poderosa razón no ha sido tocado por el mandatario Andrés Manuel. López Obrador no alcanza el nivel de la martirologia que el padre de Riojas alcanzó cuando le metieron una bala en la cabeza en lomas taurinas aquel 23 de marzo de 1994.
Hoy, el hijo, el antiguo niño que vio enterrar a su padre y luego a su madre le ha arrebatado al poderoso hombre de palacio la bandera del magnicidio al pedir al presidente que indulte a Mario Aburto, un perdón por tercera persona, un gesto que en tiempos electorales mueve fibras sensibles, pero también votos.
¿Perdón a Mario Aburto? La mente conspiracionista se activa, ¿Qué hay detrás de la petición de Colosio Riojas? ¿Qué sabe él de «este » Aburto, el cual, para muchos, fue el «chivo expiatorio» de una trama mucho más compleja? El tablero tiene un nuevo jugador, poderoso, el hijo de la víctima de un sistema que le dice al presidente » yo lo perdono, UD indulte a Aburto».
El mandatario lo puede hacer, claro, si así lo desea, pero ¿lo quiere realmente? ¿Con el riesgo de darle a Colosio Riojas el reflector de la sensibilidad social, la misma que sin dudarlo le entregaría su voto a el hijo del candidato asesinado?
¿Cómo puede atacar el mandatario a alguien que viene vacunado desde la cuna, debido a una repudiable desgracia familiar que se convirtió en el parteaguas político y económico de este siglo?
¿Amlo va a tratar a Colosio como trato a Samuelito García con condescendencia? Colosio no necesita a López Obrador y Andrés Manuel si requiere de Colosio Riojas.
Y anote la frase de campaña para el 2030.
«Ahora sí, Colosio presidente*…y dígale que no, señor López Obrador.
