AUNQUE PESE/ Oposición perdida

SALVADOR MARTÍNEZ G.

Termina el año preelectoral con las definiciones de quienes serán las aspirantes a la presidencia de la República con una clara tendencia a favor del continuismo en la persona de Claudia Sheinbaum como garantía de proseguir con las políticas del lópezobradorismo.

La oposición de derecha, muy estridente, pero poco efectiva, pensó encontrar en Xóchitl Gálvez a una candidata que pudiera entusiasmar al elector, pero tras su irrupción llamativa se vino abajo y poco ofrece hoy para la llamada coalición Fuerza y Corazón por México.

Todas las encuestas dan ventaja, algunas muy amplia hasta de dos por uno a Claudia Sheinbaum, pero más allá de los estudios demoscópicos, lo cierto es que la oposición se ve perdida ante la falta de propuestas claras, proyecto alternativo de nación alternativo y propuestas que confronten lo hasta hoy hecho por el Gobierno Federal.

Todo es simple crítica y rechazo a lo que se hace, pero no hay trabajo de base, no hay partido, ni PAN, ni PRD, no PRI, cuyos elementos organicen a los ciudadanos para conformar una oposición básicamente estructurada que le dé una mínima organización popular.

Su única esperanza es la reacción de algunos grupos de las clases medias que se han sentido soslayados por algunas expresiones presidenciales, aunque ello no les dé más allá de un 30 por ciento de apoyo electoral.

Así se llegará al 2024 en el que las campañas serán abiertas y las propuestas deberán ser claras para que el electorado decida sobre el rumbo del país. En política no hay nada escrito, pero si todo sigue así, el proyecto de la 4T seguirá vigente en México, al menos un sexenio más. Veremos.

SUSURROS

El cierre del 2023 será de inauguraciones, especialmente ferroviarias, el Tren Maya aperturado el fin de semana pasado y el proyecto Transístmico que este 22 de diciembre verá su primer viaje con la presencia del Ejecutivo Federal.

El tren que permitirá conectar los océanos Atlántico y Pacífico atraerá miles de millones de dólares de inversiones nueva a México en los próximos años y será el más importante detonante de desarrollo para el sureste mexicano, junto con el Tren Maya.

Este Tren Interoceánico será de pasajero, pero fundamentalmente de carga, una alternativa de paso comercial al actual Canal de Panamá.

El viejo y anhelado proyecto de unir al Golfo de México con el Pacífico a través del Istmo de Tehuantepec a lo largo de más de 300 kilómetros será una realidad y el próximo año deberá ser factor importante para la economía nacional y la generación de empleos.

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