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SALVADOR MARTÍNEZ G.
Ni el daño ocasionado a la economía y al desarrollo de las naciones del mundo, incluidos los países ricos, ni el clamor prácticamente universal por el término de la guerra en Medio Oriente, han servido para lograr el cese de hostilidades.
Con más de dos meses de confrontación bélica, Benjamín Netanyahu, Primer Ministro de Israel, insiste en la eliminación de Hamás y su dominio sobre el territorio de Gaza, en un empeño más por extender sus fronteras, como lo ha hecho desde 1967 en cada conflagración armada.
Otro conflicto que altera el desarrollo global es la guerra de Ucrania, donde Volodímir Zelenski, mantiene la guerra frente a Rusia, sólo por el respaldo del armamento de Estados Unidos y se opone a una salida negociada del conflicto.
El enfrentamiento armado en estas dos partes del mundo tiene un eje común, el apoyo militar y económico de Estados Unidos, que no deja de insistir a sus ciudadanos que aprueben más recursos para Israel y Ucrania, aun sobre el deterioro económico que hoy sufren la mayoría de los estadounidenses por una economía que les “chupa los dólares”. El presidente Biden pide 200 millones de dólares más para Zelenski.
La Asamblea General de la ONU ha sido una cero a la izquierda en estos conflictos y sus llamados a establecer mesas de negociaciones han sido vanos y desoídos por Estados Unidos, Israel y Ucrania.
No se avizora una solución cercana. Las muertes, la devastación y el sufrimiento de los pueblos palestino y ucraniano, seguirán por varios meses, cuando menos.
SUSURROS
La inseguridad, la violencia y el cobro de piso que imperan en Morelos han provocado una clara depreciación de casas y terrenos en la entidad, donde se han desarrollado innumerables fraccionamientos para familias capitalinas que van o iban a pasar por allá sus fines de semana.
Lejos de vislumbrarse una mejoría, los hechos marcan un mayor deterioro, como el asesinato de una profesora de Cuernavaca al oponerse, la semana pasada, al robo de su auto.
Apenas este martes decenas de miles de morelenses participaron “Marcha por la Paz”, para exigir al Gobernador Cuauhtémoc Blanco, ya no su intervención para pacificar el estado, sino su renuncia.
Otro hecho palpable de la situación morelense es el desafuero del Fiscal de Justicia del Estado, Uriel Carmona Gándara, para poder ser procesado por delitos de ejercicio ilícito del servicio público, ¿en manos de quién están los morelenses?
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