Tenemos una oportunidad histórica de detener
la degradación provocada por el cambio climático.
Es hora de que todos se unan por el planeta
Nisreen Elsaim
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Hace no mucho había personas e incluso investigadores qué negaban el cambio climático, hoy en pleno año 2023 del siglo XXI nadie con dos dedos de frente puede hacerlo, todos los días sentimos las diferencias y los estragos del planeta, inundaciones, falta de agua potable, sequía, contaminación y una larga lista nos recuerda lo que como humanidad hemos hecho.
Pero nunca es tarde para la reflexión y sobre todo para intentar cambiar el rumbo que hemos tomado. Las advertencias están ahí desde los años 70, muchas voces autorizadas lo han hecho, miles de ambientalistas lo gritaron y se les fue la vida. Recientemente la activista Nisreen Elsaim sentenció que la lucha contra el calentamiento global se perdió hace una década. La joven fue premiada por la Organización de las Naciones Unidas por su trabajo y activismo ambientalista en un país golpeado por la guerra como Sudán.
En este mismo espacio, en columnas anteriores le daba cuenta de lo que sucedió en Acapulco, donde Otis, un huracán de categoría cinco devastó la bahía, no deja de sorprender que según el atlas de riesgo da un porcentaje muy bajo para que sucediera una catástrofe como la vivida hace un mes. Pero sobre los desastres vienen otras calamidades, ese centro turístico está sepultado bajo toneladas de basura, animales muertos, infecciones, agua contaminada y más que obviamente afecta la vida de los lugareños. Pero también hay videos testimoniales como las aguas negras iban a parar al mar.
Otro ejemplo de la devastación que abona al cambio climático es sin duda la construcción del Tren Maya en el sureste mexicano, existen cientos de denuncias por los ambientalistas tanto nacionales y extranjeros, claro que en el despacho del presidente López Obrador solo hay silencio y descalificaciones para los críticos, aunque esa obra no podrá esconder el daño que ya se ocasionó y el del futuro.
Pero no es el único Tren que se construye en el país, también está el de San Lorenzo en Sonora donde pobladores del lugar señalan que con la nueva línea del Tren se encuentran en amenaza hogares además de fragmentar el ecosistema, el lugar se encuentra designado a nivel federal como Área Natural Protegida.
En dicho lugar contratistas del gobierno comienzan a talar árboles y a demoler el camino del ferrocarril hacia el rancho Aribabi y la ciudad de Imuris, 65 kilómetros, al sur de la frontera entre Estados Unidos y México.
La importancia que el gobierno mexicano encabezado por un populista como López Obrador, es un ejemplo negativo digno de análisis para todo el mundo, su herencia será menos selva en Quintana Roo, un tren contaminante en el pulmón de México, y cenotes destrozados, una refinería que va en contracorriente de la tendencia de buscar energías limpias y renovables.
Ahí queda una nueva advertencia de Nisreen Elsaim, quien ha participado activamente en el activismo climático juvenil desde 2012, sabemos que los conflictos son el catalizador para seguir dañando el medio ambiente, llevar al extremo los recursos naturales, el caos, la guerra y proyectos mal planeados, por eso perdimos la posibilidad de resarcir el daño, solo queda administrar y mitigar la derrota.
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Hasta la próxima.