SALVADOR MARTÍNEZ G.
El dinamismo de la economía nacional, el fortalecimiento del peso y el crecimiento en la Inversión Extranjera Directa no han tenido un reflejo positivo para la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), de la cual se han salido 12 importantes empresas en los últimos cuatro años.
La debilidad bursátil hace poco atractiva a la BMV, la cual no ha presentado ninguna OPI (Ofertas Públicas Iniciales de Acciones) desde noviembre de 2017, lo que evidencia lo poco atractivo que resulta el mercado accionario mexicano.
Las tasas superiores al 10 por ciento anual en que se encuentran las fijadas por el Banco de México desde hace varios meses desalienta la inversión bursátil en la entidad financiera privada fundada desde hace más de un siglo, en 1894.
La última empresa que abandonó la Bolsa fue Grupo Sanborns de Carlos Slim, que dejó un boquete de 50 mil millones de pesos en el mercado accionario local.
A manera de ejemplo, porque sucede en la mayoría de las entidades cotizadas en Bolsa, Sanborns entró en 2013 con un precio inicial de 28 pesos por acción y 10 años después cotizó a 26 pesos, su último día en Bolsa.
Otras empresas que antecedieron a Sanborns en su salida de la Bolsa son Rassini, IEnova, Aeroméxico, Grupo Lala, Banco Santander México, Bio Papel, General de Seguros, Maxcom, Monex, Elementia y Fortaleza Materiales. La mayor de ellas, IEnova, salió con una capitalización de 107 mil 33 millones de pesos.
El futuro de la Bolsa no es muy halagador, aun cuando hay quienes mantienen la esperanza de que la ley del Mercado de Valores y de Fondos de Inversión, podría ser modificada en la Cámara de Diputados durante el próximo año para flexibilizar los trámites, tiempos y costos para que más empresas se financien en ella a través de la emisión de deuda o capital.
SUSURROS
Imposible dejar de recordar a Enrique Dussel Ambrosini, fallecido a los 88 años el pasado domingo.
Filosofo, historiador y teólogo, gozó de preclaro análisis crítico para entender al mundo actual dominado por la ambición al dinero. Por ello estableció: “el capitalismo no tiene freno; el aumento en la tasa de ganancias es infinito, además los que acumulan capital nunca estarán saciados”.
Dussel nació en La Paz, Mendoza, Argentina, pero se refugió en México tras huir de su país natal por represión política. Sus pasos deberán de ser seguidos.
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