El mundo está pasando por varias crisis humanitarias simultáneamente. Pero hay que distinguir las provocadas por la naturaleza y las de los humanos para deslindar responsabilidades.
ROGELIO FAZ. Tenemos la crisis por la invasión de Rusia a Ucrania, el conflicto entre Hamas/palestinos y judíos, en Acapulco por el huracán Otis y, las caravanas migrantes hacia Estados Unidos.
Las de naturaleza humana
Los que vivimos estirando el gasto podemos decir que la estamos pasando bien, pero ¿qué de aquellos que están con el estómago vacío, con el pendiente que le pueda caer otra bomba mientras se curan las heridas de la anterior?
Las crisis provocadas tienen nombre y apellido que utilizan más lo geomilitar que la geopolítica. El rostro más dramático es la de los más pequeños. Es inconcebible que lo que más apreciamos en la vida lo usemos para dañar a otros.
Son crisis provocadas por fanatismos o conflictos sin salida por los llamados lideres. Hay que tomarlos en cuenta para no dejarlo a la venia de Dios o Alá, aunque algunos de esos supuestos lideres los evoquen. Hay que pasarles la factura.
Las de la naturaleza
Se ha dicho infinidad de veces que el cambio climático se debe a la irresponsabilidad del ser humano moderno. Y para comprobar eso se toman como ejemplos fenómenos naturales anteriores. Pero ¿qué provoco las de los siglos anteriores si todavía no explotábamos o contaminábamos a la Tierra como hoy?
Si el huracán Otis se debió a un cambio climático provocado por el ser humano, no esperemos a que Dios nos venga a salvar. Como tampoco hay “tierras prometidas” que justifiquen la destrucción. Menos, que alguien se diga el “último mensajero de dios” y condene a muerte a los demás por infieles. O que un mesías tropical nos ponga unos contra otros porque no se coincide con su credo, y para mostrar su mando justiciero condiciona la ayuda humanitaria a su tiempo y voluntad.
La crisis de las caravanas
Una cosa es estar en medio de un fenómeno natural como un huracán o terremoto y otra provocar una crisis humanitaria como las caravanas migrantes que a sabiendas de los peligros se arriesgan para ser rescatados utilizando lo más preciado: a los pequeños.
Crisis anunciadas
Integrantes de una nueva caravana a manera de protesta se están cosiendo los labios para ser tomados en cuenta. Cuando al que le deben de coser la geta es a Irineo Mujica por promover crisis migratorias.
En el caso de México, tenemos al ganso que mancho su plumaje en el fango en un supuesto afán de atender al pueblo bueno.
¿Serán las crisis humanitarias las que nos lleven al juicio final, la que provocan los fanáticos religiosos y políticos? Eso significa que podríamos ser condenados a padecer crisis por los siglos de los siglos.
«Dios sabe porque hace las cosas»; «Alá es grande»; «la 4ª transformación…», frases que anuncian crisis.