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TERESA GIL
Denigrante papel de mujeres de la derecha, que ponen en evidencia derechos por los que se ha luchado durante décadas. La lucha que han dado las mujeres para obtener lo que paradójicamente les corresponde, es la equidad de género. La obtención del voto en 1953 y expresado en 1955, les fue otorgado como si fuera un favor, por la publicidad de la concesión que hizo el gobierno de Adolfo Ruiz Cortínes y los elogios que recibió de sus adláteres, entre ellos algunas mujeres, el viejo priísta. Esa búsqueda de una equiparación en la que el género femenino otorga más de lo que recibe, se ha prolongado por décadas. Y con jiribilla, a veces, se legisló lo que se ha llamado paridad de género. Una paridad que brilla por su ausencia en los salarios y reconocimientos, sobre todo. Como nadie es perfecto en este mundo, estuvo claro desde siempre que en esa paridad se iba a colar de todo, más en los gobiernos anteriores en los que urgía meter a esposas e hijas. Hay ejemplos que todos conocemos. El señor Felipe Calderón con su Margarita y Manlio Fabio Beltrones con su hijita la senadora; solo unos datos.
ERRORES OFICIALES Y OFICIO DE BAJO NIVEL, EN MUJERES DERECHISTAS
Cuando la próxima elección puede fincar a una mujer en el más alto puesto, reverberan las ambiciones y sale a relucir la verdadera esencia de las que por desgracia fueron puestas en el poder por sus partidos. Ya conocemos el error de AMLO para cobijar a Lily Téllez y otro errorcito que cometió después en Sonora. Pero no pasa día sin que nos enteremos de lo que hace ese ejemplo de paridad femenino, en la derecha, Ahí están la señora Kenia López Rabadán, Sandra Cuevas protegida de un morenista como Ricando Monreal, en un nuevo escándalo inconcebible en una funcionaria aunque esté de permiso y la mujer inventada por el Frente Amplio por México (FAM) en el momento difícil de un despegue que no llega. Ya se notan los retiros de los que la estuvieron apoyando en aquella sorpresiva salida de hace semanas, en la que en realidad se exhibía de los apoyadores, la salida de su propia situación. La última encuesta de El Universal lanzó un 50-20 en un ejercicio que sigue en aumento para la morenista. Lo último que se sabe de la señora del FAM, es su oferta a la UNAM para reivindicar su tesis plagiada, con la entrega de otra tesis. Un inédito por absurdo. No es remoto que Enrique Graue que golpeó de la manera más grotesta a la ministra Yasmín Esquivel, acepte la oferta y los que agredieron a la jueza y pidieron prácticamente el patíbulo para ella, se queden callados.
MUJERES SE ABREN PASO, AUNQUE HAY FRENO Y ABUSO DERECHOSO
Hermila Galindo fue la primera mujer, con otras dos, que votó por primera vez en México, hace 68 años. Desde entonces aunque lentamente, las mujeres fueron avanzando. La ambición disparada en mujeres que quieren gobernar es lógica, después de tanta castración. Hay que recordar que en 2021, solo 22 mujeres gobernaban sus países en el mundo, de los 193 países afiliados a la ONU. Aquí las gobernadoras actuales son diez, aunque ya gobernaron otras y en su momento iniciaron en el Senado dos mujeres María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia. La primera una gran política. Nadie se imaginaba que décadas después al Senado lo coparían mujeres cuestionadas, prontas al pleito y al insulto, y sin que les importe una lucha que se da por el cambio, que puede interesar aún a los que piensan diferente. Eso pasa en muchos países. Aquí, todo es vetado y agredido. La mujer del FAM hace campaña ganando el alto salario del Senado y Sandra Cuevas anda como una adolescente cualquiera paseando en moto seguida por empleados, buscando el acomodo en la Ciudad de México. La formación cultural de una persona tiene mucho que ver en la congruencia de sus actitudes y las de estas mujeres está a la vista.
