ROBERTO CIENFUEGOS J. @RoCienfuegos1
A decenas, cientos de estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) se les dijo este lunes 21 de agosto que tendrían que atender un “evento institucional”. Muchos jóvenes, muchachas y muchachos, pensaron que la suspensión de clases hacia las nueve de la mañana y el “evento institucional” anunciado, podría estar vinculado con la inminente Feria Universitaria del Libro (FUL), cuya edición número 36 iniciará este viernes 25 de agosto en modalidad presencial y virtual, y con la participación de la República de Corea como país invitado de honor.
Al “evento institucional” también fueron “convocados” maestras, maestros, y coordinadores docentes, sin una mayor y debida explicación e información.
La sorpresa sobrevino cuando la muchachada y personal docente fueron llevados al municipio de Tepeapulco a bordo de autobuses de transporte foráneo -no se usaron las unidades conocidas como los “garzabús” de la mayor casa de estudios del estado de Hidalgo. Seguramente, esos autobuses tuvieron un costo económico, cuyo origen debería explicarse públicamente.
¿Y qué cree? El “evento institucional” nada tuvo que ver con la FUL, que en un principio supusieron los “convocados” justificaría si acaso la interrupción de labores académicas por un espacio de seis horas.
A bordo de esos autobuses, alquilados seguramente, -insisto- todos los “convocados” fueron llevados a la plaza de toros del municipio de Tepeapulco para -oh, sorpresa- hacer bulto en un evento -¿institucional?- proselitista de Adán Augusto López Hernández, aspirante a encabezar los comités de defensa de la 4T.
Muchos padres de familia, cuyos hijos estudian en la UAEH, se extrañaron y aun mortificaron al percatarse de que éstos no se encontraban en el campus universitario en las horas establecidas para sus actividades escolares ni tampoco en las horas de salida habituales.
El hecho es que muchos jóvenes sólo supieron que serían llevados a Tepeapulco cuando se encontraban en los autobuses. No fueron pocos quienes lamentaron y aun rechazaron semejante convocatoria, no informada ni mucho menos consensuada, de índole proselitista.
Al igual que muchos maestros y coordinadores de carrera, hubo numerosos estudiantes que se indignaron de semejante “acarreo” a favor de López Hernández, quien de hecho fue increpado en Tepeapulco por algunos escolapios en torno a la desaparición y probable ejecución de los cinco amigos de Lagos de Moreno, Jalisco. Testimonios locales indican que el ex titular de Gobernación puso pies en polvorosa -bueno, es un decir- apenas escuchó los reclamos juveniles, a bordo de una modesta suburban blindada, una de al menos otras tres que lo custodiaban. Se entiende, austeridad republicana.
¿Quién autorizó este acarreo estudiantil? ¿El rector Octavio Castillo Acosta, acaso? Asumo que sí porque un hecho como éste no podría ocurrir al margen del ámbito de sus competencias y responsabilidades.
El hecho abre varias interrogantes. ¿Dónde queda la autonomía universitaria? ¿Se vale obligar prácticamente a estudiantes y docentes a asistir en horas de labores académicas a un evento de naturaleza política? Un traslado estudiantil de este tipo plantea riesgos de seguridad ¿O no? ¿Se incurre o no en un abuso de poder? ¿Por qué hacer esto? ¿Qué intereses animan decisiones de este tipo?
Es claro que las tareas sustantivas de las universidades están asociadas a la docencia, la investigación y la difusión de la cultura, pero nunca a ninguna actividad proselitista.
La UAEH tiene perfectamente definidas sus funciones. Éstas a saber: Representar en su ámbito de competencia a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo ante organismos estatales, regionales, nacionales e internacionales, participar en las reuniones y acciones que incrementen y fortalezcan la relación interinstitucional con las entidades de la Educación Media Superior y Superior a nivel estatal, nacional e internacional, coordinar el proceso para la firma de convenios institucionales en colaboración con dependencias internas y externas.
Además, coordinar la gestión académica de los programas y proyectos que se generen en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES); El Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex); Espacio Común de la Educación Superior (ECOES); Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL); Academia Mexicana de la Ciencias; Consejo para la Evaluación de la Educación del tipo Medio Superior (COPEMEES), entre otras, que permitan el desarrollo y fortalecimiento de los programas y proyectos institucionales.
Lo mismo que participar en congresos, foros y otras actividades académicas, que permitan visualizar y generar propuestas, estrategias, políticas regionales y nacionales que propicien la competitividad nacional e internacional de la Universidad y por supuesto, cumplir las demás encomiendas que le confieran la normatividad universitaria.
Como queda claro, no es una función de la UAEH convocar y menos llevar a su alumnado y personal docente a ningún evento de estricta naturaleza política, partidista o proselitista. ¿O sí? Valdría la pena saber el trasfondo y/o los motivos de este tipo de decisiones que sin duda impactan a la comunidad universitaria y aun la vida pública hidalguense.
@RoCienfuegos1