Siempre he disfrutado de hacer frente
a una situación un poco surrealista
y presentarla de manera realista.
Stanley Kubrick
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Los gobiernos populistas latinoamericanos que han fracasado y que se parecen mucho al de López Obrador, han terminado por abrirle la puerta a la derecha más recalcitrantes y de ideas más que conservadoras, incluso algunas que rayan francamente en lo medieval. Aquí en el país pésimos gobiernos del PAN y PRI, la violencia y la corrupción fueron los responsables en dejar pasar al gobierno de López Obrador y la 4T que han intentado se parezcan a los cubanos, venezolanos y hasta brasileños, que decir si el tabasqueño y los suyos admiran abiertamente a dictadores como Evo Morales, Daniel Ortega, Pedro Castillo y Nicolás Maduro.
No se puede tapar el sol con un dedo y el saldo que tenemos es mediocre, peor que cuando vivíamos con los corruptos, claro que aquello de que se terminó con la corrupción y las mafias es solo de dicho, se instauraron otras que comandan afines a la 4T, por ejemplo, está Segalmex y el desvío de por lo menos 15 mil millones de pesos, claro que para el Pejelagarto se trata solo de unos malosos que le vieron la cara al funcionario.
Los líderes populistas son unos verdaderos seductores, le saben hablar bien a sus clientelas que han sido olvidados por los anteriores, pero estos y los otros lo que mejor saben hacer es administrar la pobreza y que mejor que con programas sociales que resuelven lo momentáneo, pero no a largo plazo. Hay lugares en aquellos territorios que hay desencanto de los más jóvenes por buscar superarse, por la escuela y la competitividad porque eso va contra el ADN de esos regímenes. Aquí ya nos recetó el presidente que eso del aspiracionismo es malo, para que más zapatos si ya se tiene un par, pero sus cercanos se dan la gran vida, sus hijos estudian en el extranjero, se forman en universidades que nada tienen que ver con modelos afines a los que pregonan.
Asumen su postura mesiánica, pretenden ser la verdad y desprecian el conocimiento y a la ciencia, ninguno de los países latinoamericanos que tienen gobiernos parecidos al de López destaca en esos rubros. Los gobernantes han fallado en el sector salud, hay carencia de medicamentos mientras se desgañitan con la promesa que pronto será mejor.
Quizá en lo que somos diferentes es en aquello de la violencia, aunque los otros pueblos tienen sus antecedentes de narcotráfico y guerrilla, pero México es de lo más violento del continente, 163 mil 200 muertos, y con el narcotráfico operando a sus anchas al grado de que se le atribuye al Cártel de Sinaloa las amenazas a un candidato del Ecuador que murió asesinado. Pero López Obrador se molesta cuando le dicen que los carteles cuentan con 45% de efectivos distribuidos en nuestro territorio y fuera de él.
El fin de semana pasado, en Argentina se le propinó un duro golpe al Foro de Sao Paulo, al mismo que pertenece Morena y su agenda, se dejó atrás a los Kirchner, pero se le abrió la puerta a la ultra derecha lo que puede significar más retroceso y perder terreno en la vanguardia. Nosotros como siempre vamos llegando tarde a las citas pues estamos inmersos en el primer gobierno de “izquierda” con pésimos resultados.
Debemos aprender de la historia de nuestros vecinos que salieron del populismo y se metieron en algo peor, porque sí, aunque se dude puede ser peor. Aunque no lo parezca ahí sigue el Yunque, Gilberto Lozano, Lilly Téllez y hasta Eduardo Verástegui con pensamientos medievales. Estos y otros no tienen posibilidad de llegar al poder como presidentes, pero si van a vender sus apoyos con el pretexto de salvar a México… Pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.