YANETH TAMAYO ÁVALOS
SemMéxico, Querétaro, Querétaro. En días recientes, se suscitó la controversia en torno a los nuevos libros de texto gratuito que se distribuirán en el ciclo escolar 2023-2024, con los cuales se pretende rediseñar el sistema educativo del país.
Esta polémica ha traído consigo posturas a favor y en contra, que se han trasladado al terreno político y han generado una polarización que va más allá del tema educativo.
Entre los puntos de conflicto se encuentra, la falta de un procedimiento de revisión y aprobación del contenido temático; la reducción excesiva de temas relacionados con matemáticas, así como errores conceptuales y gramaticales; los cambios en las metodologías de aprendizaje y la incorporación de contenido político e ideológico.
Siendo este último punto, el que más debate ha causado, al considerar que existe la intención de incorporar la ideología política del actual gobierno.
Si bien, esta controversia ha nutrido la discusión y ha incentivado la participación de la sociedad en cuanto a un tema que le atañe a todas y todos, habríamos de cuestionar, si el centro del conflicto es el derecho de la niñez a una educación de calidad o si se trata de una justa política.
Por ello, es necesario considerar los siguientes aspectos antes de posicionarse a favor o en contra, ya que, de lo contrario, solo se estaría contribuyendo a la estrategia demagógica de quienes ostentan el poder. *
Acerca de la educación, debemos saber que esta realiza una doble función en la sociedad; por un lado, como institución socializadora contribuye a que las personas adquieran conocimientos que les permitan afrontar la vida con conciencia crítica y responsabilidad social.
Y por otro, como agente socializador, afianza o reorienta la formación adquirida en familia, de tal manera que las personas consigan desarrollarse de forma plena y puedan integrarse en al contexto en que viven.
En este sentido, la educación siempre ha partido de las condiciones histórico-sociales en las que se ha desarrollado el país y de los contextos sociales de cada individuo.
De ahí que, debamos tener en cuenta que la educación, desde su dimensión social, ha operado como un medio de control y transformación. En donde, hasta ahora los modelos pedagógicos han transmitido arquetipos socioculturales e ideológicos, que han reproducido un modelo hegemónico de control y poder simbólicos **
Es así como, históricamente, nuestra sociedad se ha construido a través de una serie de relaciones de jerarquía y poder, que la han llevado a una profunda desigualdad social, que a su vez se ha manifestado en una desigualdad educativa.
En donde, no todas las personas han tenido acceso a recursos y conocimientos que les permitan adquirir conciencia crítica y herramientas con las cuales puedan desarrollar su autonomía y potencializar sus habilidades de forma igualitaria.
Llegados a este punto, podríamos empezar a cuestionar, si la reformulación de los programas académicos es adecuada, si las metodologías están diseñadas para nivelar a los infantes que se encuentran rezagados y si éstas son compatibles con los contextos sociales, económicos y de infraestructura.
Tan solo en el contexto social actual, la forma de vida de la mayoría de los infantes y jóvenes está ligada a los diferentes espacios y recursos que las nuevas tecnologías les permiten, donde las redes sociales se han convertido en el medio por el cual socializan, se expresan y se documentan, lo que ha implicado un elevado consumo intelectual y cultural de baja calidad.
Ocasionando, que este grupo de menores y jóvenes formen su personalidad, valores, anhelos y expectativas bajo un entorno mediático, por lo que las enseñanzas docentes han perdido cierto peso específico ante el desarrollo tecnológico y el acceso a la red.
Lo anterior, obliga a elaborar un sistema educativo dinámico, progresivo y compatible con la realidad actual, de tal forma, que los estudiantes sean capaces de conocer y comprender la información que se les proporcione de manera que puedan desarrollarse e interactuar con el medio que los rodea.
Esto sin dejar de lado, la calidad de los contenidos, los cuales por ningún motivo deben ser ideológicos, ni estar fundados en teorías distorsionadas que se encuentran fuera de la realidad.
Pero, además, las metodologías de aprendizaje deben ser innovadoras, específicas y claras, de tal manera que se reemplacen las prácticas de memorización sin sentido, por actividades complejas como pensar. Esto es, las y los docentes deben tener la capacidad de abandonar la forma tradicional de impartir clases.
Ya que, de esto dependerá si la pedagogía entorpece o fortalece la tarea de transmitir los valores y conocimientos que la colectividad demanda. Así mismo, desde una posición de corresponsabilidad, este trabajo debe ser acompañado por las familias.
Pues, éstas son las encargadas de dotar de lenguaje, normas y reglas a los infantes y adolescentes que se encuentran bajo su seno familiar, como se mencionó en líneas anteriores, la educación es una institución que coadyuva a fortalecer lo aprendido en casa, de manera que las personas puedan adaptarse socialmente con el resto de la colectividad.
En definitiva, sí se requiere una reestructuración del sistema educativo, pero se debe ser consiente del desafío que representa perfeccionar la formación social e intelectual de las y los educandos, no se puede reducir solo a la adquisición de conocimientos.
Así que, posicionarse a favor o en contra de los planes educativos, sin tener en cuenta por lo menos estos factores, resultará complicado, es necesario entender que el sistema educativo tiene fallas que van más allá de los contenidos y metodologías académicas.
Por ello, se requiere de un proceso de revisión y aprobación por expertos y sociedad civil, de tal forma que en conjunto exploren varias aristas y puedan cubrir la mayoría.
Se debe afianzar las actitudes y conductas relacionadas con el respeto a la igualdad y desarrollar en las personas la autonomía para analizar críticamente los diversos escenarios relacionales, económicos, sociohistóricos y culturales, que definen la realidad en la que viven.
No perdamos de vista que el conocimiento no progresa solo porque se manejen más y mejores metodologías o información, sino por la capacidad de darle sentido en el momento actual, es decir, por la capacidad de contextualizarlo.
* La demagogia es una táctica u acción política dirigida a la obtención del voto apelando a los sentimientos y emociones de los electores a través de promesas o escenarios de dudoso realismo.
** Un arquetipo es un modelo o ejemplo de ideas o conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema.