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RICARDO SANHER
El tiro está más que cantado, pero en desigualdad de condiciones, porque si bien es cierto la Dra. Sheinbaum cuenta con todo el respaldo del Presidente y secuaces, la llamada “Señora X”, no está sola y la respaldan la crema y nata de los politólogos del país, quienes con ojo observador perciben todas las tonterías que cometen las “corcholatas” en su ánimo de agradar al tlatoani tropical, lo que los hace caer en más de una vez en imitaciones y que después tratan de justificar… y quedan peor.
Tal es el caso de la Dra. Claudia Sheinbaum, “corcholata” preferida del Presidente López Obrador, de quien se conoce su poca tolerancia con los entrevistadores (cuando no son a modo las preguntas) y explota, sin control y da pie a que se le critique también por sus respuestas. Que alguien asesore de forma correcta a la doctora porque bien dicen que “el pez por la boca muere”.
Resulta que vía twitter casó pleito con Claudio X. González por un comentario sobre un artículo que publicó Denise Dresser, en el cual se le hace notar que debería ser auténtica: “Usted no representa continuidad con sello propio. Ha imitado el discurso polarizador y las posturas regresivas de López Obrador en todos los temas, incluyendo los ataque a las instituciones como el INE, que hicieron posible su elección al gobierno de la Ciudad de México”.
Es de todos sabido que esas son las directrices que les marcó el Presidente, pero una cosa son los lineamientos y otra muy distinta que a pie juntillas repitan como loros huastecos las mismas cosas que el tabasqueño remacha mañana tras mañana y que de sobra se sabe no le han funcionado por más que su aparato de publicidad se ocupe en decir lo contrario.
A pesar de la ventaja que consiguieron los precandidatos de Morena con todas las triquiñuelas que se sacaron del baúl de las maromas, la senadora panista Xóchitl Gálvez le ha dado alcance a la “corcholata” puntera y no tardará en dejarla atrás, máxime que por lo que se ve seguirá contando con el “impulso” que le da el tabasqueño todas las mañana en las que ataca a la “Señora X”.
Todo parece indicar que a la Dra. Sheinbaum Pardo le pasó lo que reza el dicho: “tuvo salida de caballo fino y llegada de burro cansado”, porque si en algún momento tuvo la idea que el camino a la Presidencia sería miel sobre hojuelas, la realidad de golpe la situó en su realidad y ésta es que se necesita estar lo suficientemente preparada para un cargo así y convencer a los ciudadanos que es la mejor opción para gobernar el país y no sólo dar a conocer que es la preferida del Presidente.
Con el tiempo que falta para que, no digamos Morena más bien López Obrador, decida a quién competirá por la silla presidencial y con los pobres resultados que muestran los precandidatos guindas, trae a la memoria el rumor que hace poco tiempo corrió por los pasillo de Palacio Nacional y que es que el “caballo negro” del Presidente es su hijo Andy, quien con el simple hecho de tener el apellido de su padre podría representar su mejor opción. En una de esas y Claudia se quedaría bailando las calmadas…