RICARDO CONTRERAS REYES
¿Se imaginan un conflicto entre dos presidentes municipales, originado por el jefe de la policía de uno de ellos?
La trama de este culebrón con triste final inicia la noche del pasado 11 de julio, cuando Arturo Covarrubias Cervantes, presidente de Texoloc (Tlaxcala), viaja a la capital del estado y es detenido por el Director de la Policía Municipal, Gustavo Cisneros.
En redes sociales circulan los videos donde el jefe policiaco le dice al petista que su oficina recibió una llamada del 911 donde unas personas denunciaron que el conductor de una camioneta circulaba con una pistola.
Prepotente, Cisneros, quien apenas llegó al cargo hace menos de dos meses, se dispone a realizar la inspección bajo el argumento de que no necesita la orden de ningún juez para revisar la camioneta, “esto es una vía pública”.
Visiblemente nervioso, Covarrubias Cervantes argumenta que se comete una violación a sus derechos, mientras sostiene una conversación telefónica con su abogado.
-¿Cuáles derechos?, responde el Jefe Policíaco al tiempo que agrega:“si no trae nada, porque no coopera”.
En descargo, el ayuntamiento de Tlaxcala, al mando de Jorge Corichi (Morena), mencionó, a través de un comunicado, la versión de los hechos y destacó que la presunta llamada mencionó que “un señor que está armado, le acaba de apuntar a otra persona, está a la vuelta hacia la calle el Tordo, en una camioneta Chevrolet Avalanche, color negro, vestido con pantalón de mezclilla color azul”. El otro alcalde desmiente la versión y asegura que su camioneta es una S10, Marca Chevrolet.
Al día siguiente (12 de julio), Arturo y Miguel Ángel hacen una demostración de su músculo político. Acompañados de vecinos y empleados del municipio vecino, instalan varias carpas, sillas, bocinas, micrófonos y hasta una planta de luz (supuesta cortesía del municipio que gobiernan), para iniciar un plantón permanente en la puerta principal del Palacio Municipal de Tlaxcala y exigir a Jorge Corichi la destitución de su Director de Seguridad Ciudadana y Movilidad por los delitos de abuso de poder y tentativa de lesiones en contra del Presidente Municipal de Texoloc.
Quien llevó la voz cantante en la manifestación fue el legislador Miguel Ángel Covarrubias, diputado local del PT, pues dicen que aspira a gobernar la administración de la capital tlaxcalteca en 2024.
“Exigimos que nos abran las puertas de la Presidencia Municipal para que nos atienda Jorge Corichi, lamentable que nos cierres la puerta”, arengaba el legislado y sus seguidores.
Después de varias horas de espera Corichi los atiende. Miguel Ángel informó a su gente que el acuerdo fue la comparecencia pública de Gabriel Cisneros ante el Consejo de Honor y Justicia del Ayuntamiento el próximo 25 de julio.
Ya no fue necesaria la comparecencia del jefe policíaco, pues el sábado 15 de julio, Corichi destituyó a Cisneros y en su lugar nombró a Miriam Zacapantzi Flores, “la primera Directora de Seguridad Ciudadana y Movilidad de la Ciudad de Tlaxcala”. El comunicado oficial explica que la renuncia de Cisneros fue por motivos personales.
“¡Nuestra lucha valió la pena!, ¡Ganamos! Se hizo justicia a todas las personas que sufrieron atropellos, ya fue despedido el Director de la Policía de Tlaxcala!, ¡Si sufres una injusticia, graba y denuncia!, publicó en su cuenta de Facebook el legislador Miguel Ángel.
La batalla la ganaron los hermanos Covarrubias a través la presión y la politización de un lamentable abuso de autoridad.
Por cierto, la historia de la familia Covarrubias Cervantes está envuelta en una trama de nepotismo y cacicazgo. Desde el 2014 ostentan el control del ayuntamiento del Texoloc. Primero, con las siglas del PRD, llegó Miguel Ángel (2014-2017); luego lo sustituyó su madre Maribel Cervantes Hernández (2017-2021) y actualmente Arturo ostenta el cargo desde el 2021.
Periodista. @PeriodistaRCR