MESES SIN ERE
Que preguntaron por mi
artesano y pescadero
el cantor y un verdulero,
preguntan y opinan así:
que siga bien –aunque no fui–,
como es de suponer
me causó orgullo y placer
que en el tianguis me recuerden
quienes sufren porque pierden
si a un cliente dejan ver.
Ni pensaba en el pescado
porque en los meses sin ere
–sin erre si se prefiere–
el calor tan elevado
exige mucho cuidado;
aunque a mí me han atendido
y quedo muy complacido
en los dos años pasados
nos vemos sonrientes y relajados
por haber sobrevivido.
Rafael López Jiménez/ VI – 2023