A doña Martha Rodríguez Pérez en su centenario de vida
EDUARDO IBARRA AGUIRRE
Es un éxito laboral sin precedente la solicitud del gobierno del país de las barras y las estrellas a México para que emprenda una investigación bajo el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, que forma parte del Tratado México, Estados Unidos y Canadá, en contra del harto poderoso e igualmente atrabiliario consorcio Grupo México, de Germán Larrea Mota Velasco –el segundo plutócrata local por la cuantía de sus riquezas materiales–, debido a la presunta violación de los derechos a la libertad sindical y negociación colectiva de los obreros de la mina San Martín, en Sombrerete, Zacatecas.
La solicitud fue realizada por la representante comercial estadunidense, Katherine Tai, y obliga al gigante minero a cumplir con los derechos laborales y de entrada contempla una sanción consistente en suspender la exención de aranceles a la exportación de plomo, zinc y cobre proveniente de la mina San Martín, para lo cual instruyó al Departamento del Tesoro a su materialización.
Allí, en la sección 201 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros que encabeza el senador Napoleón Gómez Urrutia desde 2001 como secretario general y desde 2012 también es presidente, mantienen una huelga desde hace más de tres lustros. Liderazgo que, por cierto, supera ligeramente la mitad de los 42 años que Napoleón Gómez Sada lo dirigió en pleno arranque, consolidación y auge del llamado charrismo sindical.
En relación con la solicitud de EU, la embajadora Tai ordenó también al secretario del Tesoro que “suspenda la liquidación final de las cuentas aduaneras relacionadas con las entradas de mercancías desde la instalación de San Martín”, establece la ocasión número 11 que USA invoca y la primera que se aplica para el sector minero mexicano. Advierte que valora la asociación comercial con México y espera resolver este asunto de manera que se preserven los derechos de los obreros de San Martín, ya que “hay evidencia suficiente de que Grupo México los violentó de manera sistemática” desde el 30 de julio de 2007, cuando 500 mineros estallaron la huelga por las malas condiciones de seguridad e higiene y violaciones al contrato colectivo de trabajo, la misma razón por la que hicieron lo propio los mineros de Taxco, Guerrero, y Cananea, Sonora.
Cierto es que el T-MEC fue empleado muchas ocasiones por Washington y Ottawa para intervenir en asuntos exclusivos de los mexicanos al intentar que los intereses de sus trasnacionales prevalezcan sobre la soberanía nacional. Sin embargo, hoy representa una oportunidad para poner límites a los abusos del que todavía actúa como dueño de México al burlar las leyes con total impunidad, a pesar de los mensajes enviados desde Palacio Nacional con la concesión ferroviaria del Istmo de Tehuantepec donde pretendió cobrar 9 000 millones de pesos por un pequeño tramo del que sólo fue concesionario, pues pertenece al Estado.
Resulta poco atinada la idea de Gómez Urrutia de que “la justicia vendrá de fuera, porque los gobiernos de (Vicente) Fox, (Felipe) Calderón y (Enrique) Peña estuvieron del lado de la empresa y aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador siempre se ha caracterizado por respetar los derechos gremiales, la Secretaría del Trabajo poco hizo». Por supuesto que el trío patronal jugó ese papel propio del capitalismo salvaje y quizá Luisa María Alcalde no hizo lo suficiente, pero la justicia laboral también está respaldada por tratados y convenciones que rigen a países y también al planeta.
Acuse de recibo
En actitud demasiado militante, la guapa y simpática Azucena Uresti, se le fue con todo a Cuitláhuac García, el viernes 16, por la detención en la Ciudad de México de una jueza que despacha en Veracruz, con todo y amparo y que según Uresti fue objeto de “tortura”. Es evidente el odio de Azucena a Cuitláhuac por ser uno de los gobernadores procedentes de Morena y, además, muy identificado con López Obrador, adversario de los patrones de la demasiado maquillada colega… Para Citlali Hernández, secretaria general de Morena, AMLO “Es un hombre honesto, de principios e ideales, revolucionario e idealista que rompió los esquemas de la izquierda estéril (sic) que no convierte ideas en acción y le teme a la toma del poder por los tabús insuperables del dogma”… Estéril es “un ser vivo que no puede reproducirse por medios naturales. Que no da fruto”; si algo distingue al liderazgo del tabasqueño es su capacidad para reinterpretar siglos de luchas del pueblo mexicano y de sus representaciones políticas e ideológicas… En el juego de las descalificaciones, un autodenominado comunista que vive o vivía con el vocablo revolución en la boca, denominó a Morena “entelequia”… Cualquier cosa es el partido que gobierna al 70% de los mexicanos, el Ejecutivo y el Legislativo para emprender cambios que no se veían desde 1934-40, pero menos una entelequia (“Cosa, persona o situación perfecta e ideal que solo existe en la imaginación”).
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