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JOSÉ SÁNCHEZ LÓPEZ.
NO cualquiera le entra al trabajo ni a los chingadazos, reza el refrán, y si es una chamba que conlleva los dos asegunes, pues entonces está más ca…nijo.
Y esa es la situación de los más de 110 mil elementos que integran la Guardia Nacional y que están sometidos a los caprichos y ocurrencias del reyezuelo de Palacio, no para salvaguardar la seguridad de los mexicanos, sino para acatar dócilmente la errática política de “abrazos no balazos”, aunque para ello tengan que soportar toda clase de vejaciones.
Una de las órdenes principales es que no puede haber “persecuciones en caliente”. Esto es que tienen que hacerse disimulados si descubren una situación en la que estén involucrados grandes grupos criminales.
En ese encuadre también figuran los soldados del Ejército Mexicano.
De ello dan testimonio infinidad de videos, en los que se observa que lo mismo militares que guardias, han llegado a ser sometidos, desarmados, golpeados y escupidos por delincuentes, pero obligados a aguantar a pie firme las humillaciones.
Los sueldos, si no son buenos, tampoco son óptimos, para alguien que además de jugarse la vida diariamente, debe de ser manso ante los criminales.
Su salario es cercano a los 15 mil pesos mensuales.
En los cuatro años de su existencia, se ha dado una desbandada de más de 9 mil elementos, por separación o de plano por deserción.
EL 26 de marzo de 2019 se creó la Guardia Nacional con alrededor de 70 mil elementos. El discurso oficial a cargo del general de Brigada LUIS RODRÍGUEZ BUCIO, fue un símil de lo asegurado por GENARO GARCÍA LUNA cuando creó la Agencia Federal de Investigaciones que tuvo que ser disuelta por corrupta.
Ambos dijeron en su momento, que habían encontrado la panacea para acabar con la inseguridad, la corrupción y la impunidad, pero la situación no sólo sigue siendo la misma sino que ha empeorado.
Los expertos dicen que los motivos de los miles de bajas son por renuncia, defunción, conclusión del servicio o por incapacidad permanente.
Pero el motivo principal de las bajas es por el desgaste de los uniformados, por la forma en que tienen que operar como policías.
Para el personal castrense resulta desgastante que los manden a un lugar para labores de policía, de proximidad de presencia o incluso a soportar rebeliones sin poder hacer nada más que aguantar y dar la cara.
Es un desgaste para la corporación por el tipo de despliegue al que se le obliga.
Esa tensión, ese estrés, lamentablemente ha detonado en ocasiones en situaciones graves, funestas, con saldos mortales en las que los uniformados, GN o soldados, reaccionan de manera desmedida.
Para VÍCTOR HERNÁNDEZ, investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana, la GN es solamente una ficción jurídica.
Desde su creación a la fecha, dice, ocho de cada 10 de sus integrantes son personal del Ejército y de la Armada que sólo reciben un oficio de comisión y se les disfraza de GN para simular que son policías. pero en realidad se trata de una corporación que no se ha consolidado.
Ello hizo que disminuyera la calidad del tipo de elementos de la corporación, en un intento por pretender construir una policía nueva durante un sexenio.
Y cada día hay más deserción y un aumento alarmante en los delitos de alto impacto que deberían de haber disminuido porque para eso fue creada.
El Estado contempla que al final del régimen haya al menos 150 mil guardias nacionales,
Tal vez así sea, pero de continuar bajo los mismos patrones operativos, ya podrán ser 500 mil y los resultados seguirán siendo los mismos. ***LA SIMULACIÓN ES EL ARTE DE LOS MENTECATOS. ***AU REVOIR.
