ROBERTO CIENFUEGOS J. @RoCienfuegos1
El 20 de julio de 1969 el astronauta Neil Armstrong hizo historia al convertirse en el primer hombre en pisar la Luna.
De inmediato, al apoyar el pie izquierdo en la superficie de nuestro satélite natural, dijo: «Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad», en una frase prácticamente inmortalizada.
Los otros dos acompañantes de Armstrong en la misión Apollo 11, fueron Michael Collins y Edwin «Buzz» Aldrin.
Recurro a este símil para ejemplificar, en acato por supuesto de todas las proporciones debidas, lo ocurrido ayer domingo en la elección a los gobiernos de Coahuila y el Estado de México. Sin novedades, en el primer caso, donde Manolo Jiménez, arrasó prácticamente y ratificó con ello, la hegemonía del PRI, aunque esta vez en alianza con el PAN y el PRD. Los primeros resultados daban anoche una ventaja de Jiménez Salinas de tres a uno. Así que en Coahuila, están prácticamente descartadas las eventuales impugnaciones, que suelen ocurrir en los casos de un cierre electoral apretado.
En el caso del Estado de México, los resultados preliminares anunciaban también anoche el triunfo de la morenista Delfina Gómez Álvarez sobre la priísta Alejandra Del Moral Vela, con un margen que podía anticiparse irreversible.
De confirmarse como se espera el triunfo de la ex titular de Educación Pública y ex alcaldesa de Texcoco, podría echarse mano de aquella frase inmortalizada por Armstrong, aunque parafraseando en cierta forma para dar cuenta del resultado comicial: Un pequeño paso para Delfina, un gran paso para Morena, en particular de cara al 2024. Más aún cuando la oposición, una forma de llamarla, aún duerme en sus laureles.
Lo que sigue apenas despunte este lunes será la guerra electoral sin cuartel por la presidencia de México, primero entre los morenos, que deberán ahora sí hacerse de sus yelmos para dar por abierta la contienda interna. Ya se verá pues si Claudia Sheinbaum estira al máximo su permanencia al frente de la jefatura de gobierno en la Ciudad de México, o si pronto se baja para competir en un suelo más parejo por la codiciada candidatura guinda, hoy mucho más cotizada que nunca y si acaso, un mero trámite, según esta tolda política, antes de hacerse de la Primera Magistratura.
De igual forma, veremos lo que más pronto que tarde decidirán los titulares de la cancillería, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López Hernández, para entrar en la lisa presidencial ya sin los heraldos de sus respectivos cargos. Aquí jugará y mucho el “timing” de cada una de las “corcholatas”, aun cuando las tres compartan el criterio de que la alcabala de la candidatura es el preámbulo de la presidencia del país. ¿Alguna duda?
@RoCienfuegos1