ROBERTO VIZCAÍNO. El sistema de Justicia en México no sólo está marcado por la actuación de jueces inmorales que venden veredictos al mejor postor, sino que el círculo de la injusticia se cierra con la operación de Agentes del Ministerio Público corruptos que integran expedientes para garantizar que los delincuentes puedan salir en libertad horas después que fueron detenidos.
Pero por sobre todo lo anterior, en el país existe una enorme diversidad de códigos penales estatales que se contraponen entre sí y que muchos de ellos chocan abiertamente con el federal.
En este contexto de la injusticia, es que Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de la mayoría de Morena en el Senado, propuso ayer legislar y aprobar un Código Penal único para todo el país..
El zacatecano consideró que la variedad de códigos penales que existen en México propicia que la impartición de justicia se convierta en un laberinto de injusticias y una maraña burocrática insalvable que vulnera los principios de igualdad y proporcionalidad, en perjuicio de las y los mexicanos.
Por ello es, dijo, indispensable garantizar que la ley sea la misma en todo el territorio nacional, ya que no se pueden tener distintos tipos de delitos penales en el país, o penalidades diferentes en ciertos territorios.
La nueva legislación que se apruebe en este esfuerzo, dijo, debe además aplicarse con respeto a los derechos humanos y sus garantías y con apego a los tratados internacionales.
De ahí que Monreal propuso reformar el artículo 73 de la Constitución Política, a fin de facultar al Poder Legislativo para diseñar una legislación única en materia penal “y darle un giro a la realidad del sistema de justicia del país, en beneficio de las y los mexicanos y del proceso de reconciliación que México necesita para lograr un pleno Estado de derecho y de paz”.
Contar con un Código Penal Único, indicó, sería el primer paso para crear un instrumento que realmente ayude a hacer posible que la impartición de justicia no sólo sea más expedita, sino que genere criterios uniformes en cuanto a los bienes jurídicos titulados, la proporcionalidad de la pena y la propia tipificación de los delitos.
Monreal señaló que hoy en México existen 32 códigos penales, uno por cada estado que se suman al Código de Justicia Militar y al Código Penal Federal, a los cuales además se agregan diversas leyes federales y locales que contienen distintas reglas para determinar lo que se considera un delito y cómo hay que sancionarlo.
Todo un laberinto de cuestiones legales y conceptuales que enmarañan y hacen imposible una impartición de justicia rápida y equitativa.
Este enorme y complicadísimo nudo gordiano de preceptos legales normas y leyes, genera muchisimos problemas a la hora de procesar a las personas que infringen la ley, pues la variedad de definiciones impide que haya criterios y marcos de actuación comunes e imposibilita la coordinación entre las autoridades que conforman el sistema de justicia penal.
Todo ello, agregó, en lugar de ayudar a combatir y prevenir el delito, lo vuelve más complicado, provocando que la impartición de justicia se vuelva compleja, burocrática y poco práctica.
Por ejemplo, agregó, delitos como el feminicidio, la extorsión o el aborto se tratan de manera diferenciada, no siempre en beneficio de las personas.
“No podemos seguir teniendo distintos tipos penales dependiendo del estado donde se cometa cierto delito, pues la variedad de los 32 códigos penales estatales vulnera los principios de igualdad y proporcionalidad en perjuicio de las y los mexicanos, al establecer elementos diferenciados”, subrayó.
¿GUERRA CIVIL EN CHIAPAS?
Los llamados y las acciones sobre una posible guerra civil en Chiapas se han acentuado durante las últimas semanas sin que ninguna autoridad y menos aún el presidente Andrés Manuel López Obrador respondan.
Ayer la advertencia corrió a cargo de organizaciones indígenas abiertamente ligadas al EZLN quienes señala que el estado no sólo se encuentra vulnerado por los cárteles de la droga y grupos de la delincuencia organizada sino por paramilitares y sicarios cuyas tropelías ya no se sabe quién las dicta.
«El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) -que ha mantenido la paz y ha desarrollado su proyecto autonómico en sus territorios y que ha tratado de evitar el choque violento con paramilitares y otras fuerzas del Estado mexicano- es hostigado, agredido y provocado constantemente”, indicaron a través de un llamado en medios.
Frente a este contexto de violencia e ingobernabilidad, el gobernador morenista Rutilio Escandón Cadenas ha mostrado una absoluta incapacidad para enfrentar y solucionar los conflictos.
Hoy cada vez son más recurrentes los enfrentamientos en que las comunidades rechazan al ejército y a la Guardia Nacional.
«El primero, por solapar el crecimiento de grupos criminales que han hecho que Chiapas pasara de una relativa tranquilidad a ser un foco rojo de violencia ha sido el gobernador…” indicaron.
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