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JUAN CHAVEZ. López Obrador está metido hasta el cuello en las elecciones a gobernadora en el estado de México.
Eso es evidente. Es una práctica que el PRI mantuvo por casi un siglo, así que no hay de que asustarse.
Pero Del Mazo… ¿podría salvar a Alejandra, su candidata?
No. Definitivamente ¡NO!
El triunfo de Delfina Gómez en las elecciones del 4 de junio, es la crónica anunciada de su rotunda victoria.
Se ha hablado y escrito de un pacto tripartita AMLO-Peña Nieto-Del Mazo que propició a éste la gubernatura de la entidad mexiquense, a cambio de pavimentarle el camino a la maestra Delfina en 2023.
La realidad, sin embargo, es que las elecciones por la gubernatura del estado de México, son el gran paraguas protector que ha puesto a salvo a Del Mazo en su carrera de corrupción conocida por medio México y que tuvo su máxima expresión en los millones de euros que depósito en la banca de Andorra cuando era presidente municipal de Huixquilucan y luego director del Banco Nacional de Obras Públicas en el gobierno de Peña Nieto.
No hay que olvidar, además, el ofrecimiento de López Obrador al corrupto todavía gobernador para desgracia de los mexiquenses, de convertirlo en embajador al término de su sexenio.
Se ha mencionado, inclusive, que Del Mazo bien podría representar al país en la embajada de Londres, un ofrecimiento fuera de lo común, en razón de que el último gobernador impuesto por el Grupo Atlacomulco, debía ir a la cárcel por su ignominiosa corrida llena de corruptelas.
En el proceso actual, Alfredo del Mazo impuso como candidata del PRI y de la alianza Va por el Estado de México que integra con el PAN, PRD y Nueva Alianza, a Alejandra del Moral, cuando procedía nominar, para garantía de victoria, a la diputada Ana Lilia Herrera Anzaldo, con mayor experiencia y una carrera política sustentada en las campañas que ha hecho en los puestos populares que ha ocupado, desde que debutó en la presidencia municipal de Metepec.
Hay politólogos que estiman que Del Mazo podría salvar a Alejandra sí se alía al narco –existen dos carteles que dominan la entidad Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa–, para provocar actos violentos dirigidos a la cancelación de las elecciones.
Pero Del Mazo y el PRI, carecen totalmente de poder para frenar la campaña ascendente de la morenista Delfina Gómez, que el 16 de septiembre próximo será investida como la primera gobernadora del estado de México, bastión priista de casi 13 millones de votos, que se le escurrirá de las manos al otrora invencible priismo.
El 4 de junio próximo, el país atestiguará la muerte del Grupo Atlacomulco y la agonía del partido que impuso sus gobiernos a la entidad durante los pasados 96 años.
