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ABEL LUNA ESPINOSA. DE POCO O nada han servido para la ciudadanía los llamados “parlamentos abiertos” en las cámaras de Diputados y Senadores, porque a final de cuentas las mayorías numéricas responden a las pretensiones y llamamientos presidenciales sin tomar tampoco en cuenta a quienes han sido invitados a esos encuentros, sean especialistas o no de los temas abordados.
Eso lo vimos en las reuniones previas a la concreción de la Guardia Nacional en San Lázaro, y ahora, en el pasado reciente en el Senado de la República con la aprobación de la Ley General en materia de Ciencias, Humanidades, Tecnologías e Innovación, que planea, entre otras aberraciones, la desaparición del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Sobre este último tema representantes y rectores de las universidades públicas y privadas han lamentado esta decisión, coincidiendo que han sido ignorados por los senadores en cuanto a tomar en cuenta sus opiniones acerca de estas decisiones.
Entre ellos los 113 escuelas integrantes de la Federación Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) lamentan que se haya bloqueado su participación en el parlamento abierto para dar bases a esa Ley lo que habría permitido el enriquecimiento de la iniciativa con las propuestas de universidades, instituciones de educación superior, investigadores, academias de ciencias, jóvenes estudiantes de posgrado, organismos relevantes de los estados, sindicatos, empresas de base tecnológica y organismos humanos de la sociedad civil.
Textualmente señalan: “El mismo proceso legislativo lleva a cuestionar la legitimidad de la norma antes de su publicación por el Ejecutivo Federal”, aparte de poner en entredicho que miles de estudiantes pudieran perder sus becas para la continuación de sus actividades.
Con todo esto y a pesar de los cuestionamientos, ignorándolos plenamente, el pasado día 8 de mayo ya fue publicada esta Ley.
Ahora, de acuerdo con el Artículo 15, “El Gobierno Federal debe formular y publicar el Programa Especial, de acuerdo con esta Ley, la Ley de Planeación y las disposiciones contenidas en otras leyes que regulen el fomento a proyectos de investigación científica, desarrollo tecnológico e innovación en áreas específicas del conocimiento y la producción. Las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal que fomenten, realicen o apoyen actividades en materia de humanidades, ciencias, tecnologías e innovación, deberán hacerlo invariablemente de conformidad con el Programa Especial”
Si tomamos al pie de la letra esta decisión, ese Programa -pleno de generalidades- adelanta estas decisiones con miras al próximo gobierno porque no precisa fechas o responsabilidades.
LOS PRIMEROS DÍAS de este mes Geoffrey Hinton lanzó la advertencia a todo el mundo de que es muy peligrosa la aplicación indiscriminada de la llamada “inteligencia artificial” porque, entre otras consecuencias, avizora la eliminación multitudinaria de empleos frente a la aplicación de la IA.
Hinton, considerado por muchos como el “padrino de la IA”, refiere los peligros de la aplicación tecnológica sin la planeación adecuada en el crecimiento empresarial porque cada día es mayor su desarrollo e implementación dándole un poder que nadie podría controlar, entender, predecir o controlar de manera confiable.
Esto ocurre mientras muchos laboratorios dedicados a la IA han entrado en una carrera sin control.
Hinton desarrolló desde 2004 los primeros conceptos del aprendizaje orientado hacia el aprendizaje mecánico y el reconocimiento de actividades tan complejas para las máquinas como el habla o las imágenes.
Las aplicaciones que avizoraba este especialista ya las tenemos de cerca desde hace años. En la industria los robots han sido ampliamente utilizados en la fabricación de automóviles, tareas de soldado, transporte de piezas, e inclusive en la fabricación de teléfonos celulares, computadoras, en medicinas la realización de microcirugías para alta precisión; entre otras muchas aplicaciones.
Sin embargo, la IA también puede darle a la delincuencia mayores posibles para los fraudes, los plagios de datos y las extorsiones, vía remota. Desde marzo de este año Glen Weyl, economista e investigador de Microsoft, ya advierte estas posibilidades en el panorama mundial porque, también, serán alternativas tecnológicas más baratas.
Para ello, recuerda la Asociación de Internet en su 18º Estudio sobre los Hábitos de Personas Usuarias de Internet en México 2022, el principal temor de los internautas es el robo de sus datos durante la navegación.
Valga anotar que entre las cifras aportadas por ese Estudio es que siguen aumentando el número de usuarios del internet (89 millones de personas) que sólo entre 2020 y 2021 su crecimiento fue de 6.7 por ciento; de éstos el 52.6 por ciento son mujeres y el 47.4 hombres.
El 88.4 utilizan el espacio para servicios de mensajería instantánea y el 87.2 para el acceso a redes sociales y a diversas plataformas.
Sin embargo, a pesar de las promesas gubernamentales de que todos los mexicanos tengamos el servicio de internet completamente gratuito, el 24 por ciento de la población de 6 años o más aún están desconectados.
Además, de acuerdo con la misma Asociación, el 34 por ciento aún no tienen habilidades digitales y el 23 por ciento no se integra por los precios de este servicio.
