ROGELIO HERNÁNDEZ LÓPEZ (SemMéxico, Ciudad de México). Una gran conclusión emergió casi al final de las dos mesas de expertos que evaluaron el comportamiento reciente de los medios de comunicación desde la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM:
Los medios lucrativos no se autorregularán voluntariamente; es indispensable alfabetizar mediáticamente a los públicos y actualizar la ley para darles poder a las audiencias.
Quienes sintetizaron así el espíritu dominante del foro fueron el reportero Carlos Padilla Ríos director de la revista Zócalo que cumple 22 años de editarse y Graciela Ramírez la productora del programa El Fin Justifica los Medios que cumple 33 años al aire en Radio Educación. Ambos, son los periodistas activos con la visión más completa construida durante décadas analizando a los medios.
Y otra necesidad que cruzó las cuatro horas de las exposiciones es que hacen falta medios que analicen a los medios convencionales incluyendo a la proliferación de plataformas y sitios digitales que actúan sin control alguno. También por esto es necesaria la alfabetización digital de los públicos para que identifiquen en cuál confiar, se reiteró.
El foro
La actividad universitaria se llamó Mirar a los Medios desde los Medios. Resaltó el poco interés de la prensa. El promotor de esa jornada fue Gabriel Sosa Plata conocido investigador y catedrático experto en comunicación y defensoría de las audiencias, a propósito del 5° aniversario de Media20.1, programa que conduce en TV UNAM y donde se evalúa el comportamiento de los medios.
Se programó que el foro tendría dos mesas con cinco expositores cada una. Solo llegaron siete. No llegaron a su compromiso Jenaro Villamil, director del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR); Javier Solórzano, veterano conductor de radio y televisión hoy en El Referente Informativo de El Heraldo, ni Fernando Mejía Barquera experimentado investigador de medios de comunicación y catedrático en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Carola García, la directora de la FCPyS no podía evitar una sonrisa al hacer la declaratoria inaugural porque ella también es conocedora de los medios: se licenció en periodismo y comunicación, se especializó en televisión educativa y es investigadora del Centro de Estudios de la Comunicación de la UNAM. Le acompañó en esa ceremonia el cineasta Iván Trujillo.
Hace falta ética y regulación
La mesa 1 se denominó La importancia de la alfabetización mediática e informacional en la era de las plataformas digitales. El auditorio de 150 butacas se abarrotó con alumnado y profesorado de la facultad y uno que otro fuereño. Sí llegaron la veteranísima experta en legislación para medios Beatriz Solís, la investigadora Jeanneth Trejo, el analista de programas de medios electrónicos Álvaro Cueva y el cineasta Armando Casas, ex director de TV UNAM. Entre todos mostraron las contradicciones del universo digital.
Jeanneth Trejo discrepó de Álvaro Cueva sobre que es innecesario alfabetizar mediática, digital e informacionalmente a las y los jóvenes. Ella argumentó que las redes sociales se han vuelto omnipresentes en la vida cotidiana de la gente, que la sobreabundancia de información digital genera demasiada desinformación, falsedades, publicidad engañosa…
Y por eso, agregó, se tiene que rebasar ya la idea de que los públicos son consumidores y reconocer que son ciudadanos/as activos y ayudarles a la alfabetización mediática para que sean capaces de hacer búsquedas correctas de información, identificar a las y los autores y empresas que hacen sesgos intencionalmente como las grandes plataformas y los sitios. Hacen falta también, dijo, normas éticas y políticas públicas que regulen.
Beatriz Solís optó por llamar a la alfabetización digital como educación para entender críticamente a los medios. Y reiteró una de sus tesis que propaga desde hace décadas: los medios deben analizarse a sí mismos permanentemente para no quedarse solos. Pero lo más importante, insistió, es que hay que decirle a las audiencias que tienen derechos frente al comportamiento negativo de los medios, para empezar a las y los trabajadores de los medios públicos.
Presionar para que respeten
La segunda mesa se llamó: Experiencias y desafíos del análisis mediático ante los intereses políticos y económicos en juego. Llegaron a tiempo la investigadora académica Georgina Sosa, autora de un libro que examina el comportamiento de las televisoras mexicanas; Graciela Ramírez, productora del programa El Fin justifica a los medios y Carlos Padilla Ríos. Subió de emergente Gabriel Sosa Plata, ante la ausencia de Solórzano y Mejía Barquera.
Georgina insistió en el primer requisito que deben cumplir los medios, es la ética profesional “sean públicos o privados”. Explicó que muchas empresas no entendieron los cambios sociales que han ocurrido y por eso han perdido aceptación.
Sin embargo argumentó que antes que regular más a los medios, aparte de que deban tener defensores de los públicos, es preferible la autorregulación, la ética. Lo que provocó la discrepancia de Graciela y Carlos que ejercen el periodismo y analizan a los medios desde hace más de 30 años.
“Yo no creo en la autorregulación. Los medios convencionales no lo hacen.” Afirmó Carlos Padilla. Cada uno de los medios privados de radio y televisión, deberían tener un defensor de las audiencias, pero solo nombraron a uno para todas las emisoras y además éste hace nada o muy poco.
Si llamamos a los medios por su nombre real tenemos que decir que la mayoría son empresas de negocios y que en estos tiempos políticos desafían al gobierno federal con campañas desinformadoras, mentirosas, añadió y mostró como ejemplo -de lo que hacen cotidianamente- un video donde Leo Zuckermann dice que ante la falta de información oportuna de la salud del presidente López Obrador “las y los periodistas tenemos que especular”, entiéndase mentir, machacó Padilla.
Casi al final de las dos mesas del foro y a pregunta expresa sobre el futuro posible de regular o no a los medios, Graciela Ramírez reiteró que se debe revisar y actualizar la Ley Federal de Telecomunicaciones de 2013. Se tiene que dar más derechos y poder a las audiencias al tiempo que les ayudemos a capacitarse para entender el uso de los medios convencionales y digitales, lo que llaman alfabetizar mediáticamente.
En esta última parte, el auditorio estaba a la mitad de su capacidad, también con alumnas/alumnos y profesoras/profesores. Otra ausencia notoria, además de los incumplidos que no llegaron, fue que no se invitó a un experto en la economía de los medios, capaz de analizar que las crisis de aceptación y credibilidad que padece la mayoría de grandes empresas y muchas digitales obedecen a las tendencias de cambio en el mercado de la información: baja de publicidad privada y sobre todo pública, aumento de competencia de miles de pequeños y medianos sitios informativos y aumento de la politización y escepticismo masivos, entre otras cosas. Mirada de reportero.