Ojo a las situaciones inesperadas.
En ellas se encierran, a veces
las grandes oportunidades.
Joseph Pulitzer
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ (@arturosuarez). La apertura de los medios de comunicación se dio poco a poco y fue de la mano con la vida política del país, las tendencias mundiales de finales del siglo XX eran de apertura, claro que las cúpulas y los gobiernos siempre han buscado sujetar a la ciudadanía, siempre la manipulación y en México no fue la excepción, así cruzamos al siglo XXI y la fuerza de los medios se fue menguando y se fragmentó con la llegada de las redes sociales y plataformas, pero todavía le alcanzó al PRI y a las televisoras para construir un personaje que se convirtió en telepresidente, una historia de telenovela que se fraguó desde los despachos de los magnates de los medios y la historia de corrupción ya la conocemos.
Los que hoy gobiernan en particular el presidente López Obrador jugó un papel importante en la apertura, pero que quede claro que no fueron ellos solos los que consiguieron el comienzo que hoy sentados en el trono pretenden hacer ver como si nos la hubieran regalado, eso costó sangre y vidas de históricos del periodismo, sudor y lágrimas de muchos a los que hoy se estigmatiza desde la mañanera con toda la fuerza del Estado. Claro que en nuestra historia también existieron y existen impresentables hijos de la corrupción del pasado que, si añoran, pero la cosa tampoco es como la pinta “el más atacado después de Madero” eso también es una vacilada de la narrativa oficial.
Aquí se lo he dicho, Jesús Ramírez Cuevas es el padre de varios de los nuevos “reporteros” que se dicen incorruptibles, pero que cobran facturas en diferentes dependencias del gobierno, de esos que piden favores para que sus hijos cuenten con un empleo, los mismos que reciben doctorados honoris causa y no se les conoce un reportaje, una nota, una entrevista, solo loas al mandatario y defensas a ultranza, sin cabeza y sin rigor periodístico, esos si deben presumir que son alumnos de los comunicadores del régimen que cambiaron sus trayectorias por someterse a la nómina de la 4T, pero a estos como a los del pasado serán sometidos en las escuelas de comunicación al juicio de la historia que los pondrá en su correspondiente nicho como a los comunicadores del PAN y del PRI.
El presidente no entiende que en un sistema de gobierno como el que tenemos, no es suficiente la buena voluntad de quien gobierna aunque tenga “rasgos de santidad”, los del pasado, estos y los que vengan deben someterse al escrutinio de las instituciones que fueron creadas para eso aunque no les guste, son herramientas para que la ciudadanía pregunte y reciba información que casi siempre buscan ocultar, son posibilidades para que se hagan trabajos periodísticos y así se han utilizado, se han incomodado a los gobiernos anteriores que no se atrevieron a tanto. Ya sabemos que al demócrata de Palacio Nacional no le gusta la autonomía y que quiere acabar con cualquier institución que no coma de su mano, por ello es importante el mensaje que se filtró de Adán Augusto López Hernández instruyendo a sus senadores para que empantane el proceso de selección de los integrantes del INAI, ya lo dijo y bien dicho “es el mundo ideal” para el presidente y los suyos, esa declaración los pinta, de nueva cuenta, de cuerpo entero, por eso se entiende que en días pasados AMLO vetará el nombramiento de los comisionados ya seleccionados. Claro que las instituciones son perfectibles y hasta se debe ahorrar recursos, pero desaparecerlas no.
A estas alturas del sexenio sigo pensando que López Obrador no buscará alargar su mandato, menos irá por una reelección, pero eso de cubrir a su sexenio con los intentos de destruir a los institutos, sujetar a medios de comunicación y periodistas, mentir, enjuiciar y decir que con su “mañanera basta”, esas son pinceladas de autoritarismo. De las primeras acciones que se hacen en los regímenes dictatoriales es limitar la libertad de expresión, extinguir medios, silenciar las voces críticas y hasta cárcel para los que no estén de acuerdo, espero que estemos muy lejos de ese escenario que se conoce muy bien en Latinoamérica con varios personajes a los que les tiene mucho respeto López Obrador.
Por lo pronto viene la extinción de Notimex, que se mantuvo en huelga tres años, porque ya tampoco tiene utilidad para el actual régimen y se puso a la agencia en manos de quien terminó por asfixiarla, mi solidaridad con los trabajadores. Al mismo tiempo nos recetan el impasse en el que han metido al INAI ante la complacencia del secretario de Gobernación, así se comportan los demócratas humanistas del país… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.