>> Se jacta de una supuesta nueva nacionalización de la industria eléctrica y con apretón de manos con el CEO de la trasnacional española, José Ignacio Sánchez Galán, cierra el trámite de compra-venta
>> Dice que con esta compra crece patrimonio y autosuficiencia energética y no aumentarán tarifas de energía eléctrica
>> Oculta que una empresa externa, no la CFE administrará las 17 plantas
Con Información de la oficina de prensa de la Presidencia de la República
Ciudad de México, 04 de abril (entresemana.mx). El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la adquisición de 13 plantas de generación de energía eléctrica a la empresa Iberdrola con las que crecerá el patrimonio nacional en materia energética.
Pero de acuerdo con información del experto Gonzalo Monroy, director general de GMEC, en realidad la adquisición fue de 17 plantas, sólo que cuatro de ellas son de autogeneración y operará un fondo privado la administración de éstas que fueron construidas entre 2003 y 2007 por lo que puede considerarse que están depreciadas.
En este tenor, en mensaje en sus redes sociales López Obrador informó que el Gobierno de México firmó el convenio de compra y el equipamiento será operado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuestión que no es cierta porque la empresa productiva del Estado Mexicano será parte mas no cabeza operativa ni tendrá en sus manos el control de estas 17 plantas.
Gonzalo Monroy convino en que López Obrador dobló a Iberdrola, cuyo CEO aceptó vender las plantas, aunque de ello informó primero a la Bolsa de Valores de Madrid antes de hacerlo público y comunicar el cierre del contrato al licenciado presidente.
En suma, no hay tal nacionalización ni la CFE tiene bajo su control total a más de 50% de la producción y comercialización total de energía eléctrica en el país, la empresa Mexico Infrastructure Partners administrará la mayoría financiera, es ecir, del capital aportada vía el Fondo Nacional de Infraestructura.
Aunque en una euforia mal alimentada López Obrador declaró la, dizque, segunda nacionalización de la industria eléctrica, ello en video doméstico tomado en el salón de Palacio Nacional donde estuvieron los representantes de Iberdrola, la empresa que se convirtió en blanco favorito del licenciado Andrés Manuel para descalificarla, acusar de corruptos a sus directivos.
“Es una nueva nacionalización. (…) Con esto resolvemos para el corto y mediano plazo el consumo de energía eléctrica que requiere el país en plano crecimiento y lo más importante de todo: de esta forma garantizamos que no aumenten los precios de la energía eléctrica a los consumidores”, enfatizó.
En Palacio Nacional, el mandatario se reunió con el presidente ejecutivo de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán; el director general de Iberdrola México, José Enrique Alba Carcelén y el director de Desarrollo Corporativo de la empresa, David José Mesonero Molina, quienes lo acompañaron a dar la noticia de la operación que calificó como histórica el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O.
El funcionario detalló que las 13 plantas incrementan la capacidad total de generación de la CFE del 39 al 55 por ciento. En la región noreste, apuntó, la incrementa del 7 al 45 por ciento.
“Le da una masa crítica de operación mucho mayor que la que hoy tiene, lo que le va a facilitar el disponer de sus economías internas y finalmente redundar en menores costos para la generación de electricidad por unidad de kilowatt. Ese es el propósito. El beneficiario final es el pueblo de México”, precisó.
El costo estimado de la compra fue de alrededor de 5 mil 943 millones de dólares.
El presidente ejecutivo de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán, aseguró que el diálogo, los acuerdos y el respeto a la política energética del actual gobierno federal contribuyeron a concretar la transacción.
“Hemos entendido cuál es la política energética de su gobierno y esa política nos ha llevado a buscar una situación que sea buena para el pueblo de México y que, al mismo tiempo, cumpla con los intereses de nuestros accionistas”, precisó.
La adquisición de las 13 plantas, la construcción de nuevas y la modernización de hidroeléctricas a cargo de la CFE, posibilitará que el Estado mexicano tenga a finales del sexenio, alrededor del 65 por ciento de toda la generación de energía eléctrica, lo que significa el rescate definitivo de la empresa pública.
“No debemos de apostar a la privatización en actividades sociales y en actividades estratégicas para el pueblo y para la nación”, subrayó el presidente acompañado del director general de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Díaz.
Reafirmó que el Gobierno de la Cuarta Transformación concluirá sin aumentos en precios de la electricidad y de los combustibles.