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La ironía es la mejor arma que
poseen el periodista y el escritor.
Vicente Leñero
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ (@arturosuarez). En múltiples ocasiones he escrito en este espacio que López Obrador tuvo la gran oportunidad de ser el mejor presidente de México, y que conste que lo digo sin sorna, generó una gran expectativa como Vicente Fox Quesada en el año 2000, al término de su mandato los resultados estuvieron a la vista, luego sangre y narcotráfico con Felipe Calderón, más corrupción con Enrique Peña Nieto y con López Obrador no será diferente en un círculo en el que nos hemos metido, quizás los entramados de un laberinto, pero digan lo que digan en Palacio Nacional siempre hubo periodismo de denuncia, crítico que llevó a la pérdida de vidas de compañeros, eso es periodismo y no las clasecitas de superioridad moral que resultan una farsa cuando su sexenio se hunde igual que el de los anteriores.
El presidente está furioso porque no todos son dóciles como sus propagandistas Epigmenio Ibarra, Jesús Ramírez Cuevas, Damián Alcázar, entre otros, o como sus youtuberos que se han convertido en gestores y venden las preguntas enmascaradas como “incorruptibles”, o moneros pocamadre que califican a los padres de niños con cáncer como golpistas, o aquellos periodistas que hicieron buen trabajo en los regímenes anteriores y hoy son una caricatura como funcionarios públicos, pero como dice el presidente ya será la historia y el tiempo quien pondrá a cada uno en su lugar.
No podemos cerrar los ojos, el PERIODISMO CORRUPTO en el país claro que existió en los sexenios pasados, pero que no se hagan tontos en el palacete del rey porque ellos formaron a sus monstruos que han ido de paseo hasta Estambul, a otros les ofrecieron diputaciones y por arte de magia hasta se les quitó lo tuertos. Cuando López descalifica a TODOS, lo hace con el periodismo de Julio Scherer y los hombres que lo siguieron luego del golpe a Excélsior, de Gutiérrez Vivó y la censura, aunque como patrón quedó muy mal con sus trabajadores, con Carmen Aristegui y muchos otros. Por el rigor periodístico supimos de la matanza de Acteal y Aguas Blancas, del levantamiento zapatista, de la Casa Blanca de Peña y Angelica Rivera, de la caída del sistema de 1988, de la Estafa Maestra, de la violencia contra mujeres en San Salvador Atenco, de los 43 normalistas desaparecidos y podría pasarme haciendo una lista gigante de la participación periodística del país.
Estamos en el ocaso del sexenio de López y no ha querido ser gobernante, ni Calderón ni Peña usaron esas artimañas para silenciar a la prensa, lo que vivimos es un ataque sistemático desde el púlpito presidencial. Me gustaría preguntarle al López Obrador del pasado, al combativo con la cabeza rota y la camisa ensangrentada que tomaba pozos petroleros en Tabasco y que Proceso daba cuenta de ello ¿Si no hay elementos periodísticos para investigar el caso de Segalmex? ¿El sobre costo en las obras emblemas de la 4T? ¿La venta de ventiladores durante la pandemia? ¿La lujosa vida de sus cercanos? ¿La responsabilidad en la muerte de 40 migrantes, de sus funcionarios? ¡Qué respuesta tan diferente nos daría el López Obrador del año 2000!
Desde ayer por la tarde en la cuenta oficial de Twitter del Gobierno de México se publicaron mensajes en contra de la prensa y con aquella vacilada de que López es el presidente más atacado después de Madero, los periodistas no somos sus adversarios ni protagonistas en los éxitos o fracasos de un gobierno, tampoco la justificación a sus escasos resultados, no le son suficientes a usted y sus secuaces que este país sea el más violento para ejercer el periodismo con 260 muertos y 63 en su gobierno. No hay resultados en las investigaciones de esos crímenes sólo la narrativa que se ha montado en la mañanera para simular.
Faltan 17 meses del lopezobradorato y todavía no hemos visto lo peor de un presidente que decidió ser como los demás, solo injurias, tuvo la posibilidad de llevar a juicio a los ex presidentes y le tembló la mano o pactó con Peña, acusó de corrupción a contratistas de NAICM y no encarceló a nadie, lo mismo para los periodistas si tiene pruebas que las presente ante la autoridad, no basta sentenciar por berrinche ante la crítica que se avergüenza el periodismo de Daniel Cabrera, Francisco Zarco y los Flores Magón. Ojalá le pudiéramos preguntar ¿Qué piensan Benito Juárez, José María Morelos y Pavón y Francisco I. Madero sobre el sexenio del presidente más humanista?… Pero mejor ahí la dejamos.
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