Ricardo Burgos Orozco
Ciudad de México, 03 de abril (entresemana.mx). Entre la muchedumbre que caminaba de la Línea 7 a la 12 en la estación Mixcoac, y yo junto con ella, me volví a encontrar con el Museo del Metro, un lugar que visité tres ocasiones antes del 03 de mayo de 2021, cuando sucedió el desplome del tren entre las estaciones Olivos y Tezonco.
Antes de continuar mi camino hacia Zapata, decidí entrar un rato para ver si se conservaban los mismos espacios en este lugar y resulta que sí. Platiqué un rato con una persona que estaba en la puerta; me comentó que desde que se reabrió el museo ha venido menos gente de lo acostumbrado.
La verdad en lo que menos se fijan los usuarios es en este lugar que está a unos metros de los andenes de la Línea 12 de Mixcoac hacia Atlalilco. Observé que todas y todos caminan con rapidez sin notar o voltear hacia la entrada del museo.
Quise demostrar si los viajeros sabían que ahí está el museo y les pregunté a varias personas de su existencia. Una chica y un adulto mayor que estaban en uno de los pasillos me dijeron que no conocían de su existencia “¿Hay un museo aquí?” Me respondió con incredulidad una señora que pasaba a un lado de la entrada.
Pensé que tal vez sería importante que el Sistema de Transporte Colectivo hiciera una campaña, aunque sea con carteles ahí mismo en la estación, para que se conociera más este sitio que me parece muy interesante, sobre todo porque muestra la historia de los orígenes del Metro.
El Museo tiene siete salas diferentes. En la sala uno presenta una colección de planos inéditos sobre el proceso de planeación y construcción de algunas estaciones de la Línea 1; En la dos, hay una serie de fotografías sobre la construcción, de la inauguración y de la vida cotidiana del Metro antes, incluso de su apertura.
En las demás salas, entre otras cosas, se muestran objetos cotidianos que fueron encontrados durante las excavaciones del Metro, logotipos, el proceso creativo de Lance Wyman para elaborar la iconografía de las estaciones y la historia del Sistema de Transporte Colectivo a través de sus boletos desde 1969 a la fecha.
Después de un rato, recordé que vale la pena visitar el Museo del Metro. Lo recorres en 30 minutos y te quedarás maravillado con la historia de este medio de transporte que definitivamente ha cambiado 360 grados desde 1969 a la fecha, creo que para mal.
El museo está abierto todos los días de la semana con diferentes horarios: lunes a viernes de 10 a 18 horas; sábado y domingo, de 11 a 14 horas.