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JUAN CHÁVEZ. El discurso de odio del presidente López Obrador prende la amenaza de muerte contra Norma Piña, la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El país se acerca a la punta de la cresta de una revuelta. La reforma electoral del plan B trae la cola que se anunciaba: utilizar las redes para atacar a sus impugnadores. La división entre los mexicanos, huele a sangre.
Circuló este jueves en redes sociales una amenaza con la imagen de Piña y la leyenda «el problema» acompañada de una bala con la frase «la solución».
Los juristas consideraron que la amenaza es «consecuencia de un discurso de odio hacia las funciones que constitucionalmente le competen al Poder Judicial de la Federación».
López Obrador se apresuró en su mañanera del viernes a descalificar, muy a su manera, el posicionamiento del jueves de la Asociación Nacional de Magistrados y Jueces, que pidió investigar la amenaza que circuló en redes sociales contra la presidenta del Poder Judicial.
La cuenta @VicaPonch fue dada de alta en Twitter apenas en diciembre pasado. No es muy activa –tiene 58 mensajes enviados–, pero el miércoles adquirió una notoriedad con señales de alarma al publicar la fotografía de la presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña, llamándola “el problema”, y una bala, apuntando como “la solución”.
Twitter lo retiró de su plataforma por exceder sus normas, pero el mensaje denota una línea de pensamiento en el régimen que está subiendo en la escala de violencia.
El domador de Palacio, con su descarada y cínica sonrisa con que emite sus insultos a quienes no piensan como él, dijo este viernes:
«Fíjense, sale un mensaje en las redes que se la va a hacer daño a la ministra Piña y de inmediato sale toda la asociación de jueces, de magistrados, en contra de la amenaza y echándome la culpa, todos ellos me echan la culpa».
Eso significa que los constantes ataques del presidente y otros funcionarios, sí han funcionado para erosionar la confianza de un pueblo hostigado ya por las mentiras e insultos presidenciales.
Los embates seguirán.
Es la razón por la que hay que reiterar que si queremos democracia en México hay que subrayar que la Corte no se toca.
Es un hecho, sin embargo, que una bala anda suelta…
