TERESA GIL. Las cifras van y vienen en las marchas y será la realidad de las urnas la que en determinado momento decida cual será el destino de México. Por ahora, el gobierno mexicano solo pide en un controvertido (para los opositores) Plan B, que disminuyan gastos superfluos en el país. Lo demás sigue estable, el INE solo baja de precio y en esas circunstancias podría ser más útil para México. El acentuado llamado el día de la marcha del 26 de febrero del sector derechista del país, nunca recalcó que el INE seguirá viviendo y que lo único que pide el actual gobierno en su propuesta de cambio, es bajarle a los gastos. Eso es lógico hasta en las mejores familias. Hacer una faramalla gigantesca, con gastos enormes, vestirse de rosa, convocar a personajes cuestionados como símbolos de democracia y de pureza, fue innecesario cuando solo se quiere que los gastos disminuyan. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, que evalúa el sistema jurídico que tenemos, se quedará súpita o se carcajeará con esta situación, ¿Para que tanto aspaviento si lo único que se quiere es que los gastos electorales cuesten menos?, ¿en donde se agrede a la democracia o a la autonomía el bajarle al bolsillo de tipos como Lorenzo Córdova? ¿es ataque a la democracia y pone en suspenso al país? Si hay lógica y congruencia en los que se vistieron de rosa, debe de aprobarse esa iniciativa. México tendría menos gastos superfluos.
LO QUE ESTÁ EN EL PLAN B, ES LA DISPUTA POR EL PODER, NO EL CONTENIDO
El Poder Judicial no es uno solo. Los que dejan libres a delincuentes como a Rosario Robles y a presuntos instigadores del caso Ayotzinapa, entre otros casos, son unos, pero por otro lado están los jueces honestos. Pasa como en el medio periodístico, por un lado está la prensa vendida, los chayoteros, pero por otro está la gran mayoría, que son los periodistas honestos. Así sucede con los jueces. La enorme mayoría, podría decirse, son honestos y es en ellos en los que cabe la congruencia de rescatar su poder. El Plan B, es solo una iniciativa más propuesta por este gobierno que convertida en ley, puede ser de gran utilidad para México. En un país con una gran deuda, con esa tasa de pobreza que se viene arrastrando, todos esos problemas dejados en el sistema de salud cuyo en titular José Narro Robles por cierto se anduvo bamboleando muy girito en la marcha, pueden irse resolviendo a partir de menos gastos superfluos. Ese andamiaje jurídico de la Corte que paga el sufrido pueblo, debe responder ya que hablamos de congruencia, con una verdadera justicia: el INE no desaparece ya se ha dicho, solo se transforma en algo mejor. Si cuesta menos es más eficaz. Córdova, el señor Murayama y los que los acompañan con el bolsillo repleto, se irán por fortuna ( y con fortuna), pero debe haber en ese instituto la verdadera esencia de la democracia, no la que gritan en las plazas los que más atentan contra ella.
Y EL LIBRO DE HOY, LA YA OLVIDADA CONSTITUCIÓN; HAY QUE LEERLA
Y no solo leer la carta magna, también informarse de lo que se está debatiendo. Según las encuestas de medios en la marcha, una parte de los que asistieron a la del domingo 26 dijeron no conocer ni saben lo que es el Plan B. Fueron como acarreados, como simples empleados, domésticos, parientes, amigos, a gritar consignas. Pero la lucha por el poder que implica responsabilidades va más allá. Una de esas responsabilidades es estar informado. Por lo pronto, para dejarnos saber cuánto costó el numerito de esa concentración y quien lo pagó. Aunque todos lo imaginamos.