EDUARDO IBARRA AGUIRRE. En concordancia con su tesis de que los medios de comunicación, llamados convencionales, atacan “como nunca” a la Cuarta Transformación que encabeza, como no sucedía bajo la presidencia de Francisco Madero, que es el punto más alto del que se tenga memoria, el presidente Andrés Manuel se ocupa cada vez con mayor frecuencia y tonos beligerantes para desmentir y aclarar paradas a diarios (Reforma y El Universal), revistas (Proceso exhibida sin empacho el martes 21), noticieros radiofónicos y televisivos (Ciro Gómez Leyva, Radio Fórmula y últimamente Televisa), así como una veintena de columnistas e intelectuales orgánicos desde los tiempos de Carlos Salinas.
En rigor no le faltan motivos y razones a López Obrador para ocuparse e incluso con tonos subidos para exhibir la muy pronunciada parcialidad de los medios que integran el oligopolio porque cada vez con mayor frecuencia se desenvuelven como si se tratara de una dictadura mediática, como desde décadas ha sucede en Brasil (O Globo), Chile (El Mercurio) y Argentina (Clarín) para mencionar tres casos conocidos.
A pesar de las dimensiones del problema de concentración de grandes medios en docenas de manos –en el caso de la radio son 11 familias–, Obrador siempre sostuvo que “la prensa se regula con la prensa”, frase que atribuye al expresidente Sebastián Lerdo de Tejada (1872-76). Desconozco si para su tiempo el apotegma fue certero, evidentemente el México de 2023 es sustancialmente distinto.
Por lo anterior, parece de la mayor importancia política y cuando menos reflexiva, para el debate, que el tabasqueño de Tepetitán (Macuspana), produzca al parecer un giro significativo en su pensamiento en esta materia y postule que “Si hay algo que requiere de una renovación tajante son los medios de información, o sea, están muy cooptados, muy sometidos, muy al servicio de las oligarquías, y el periodismo tiene que estar lo más cercano posible al pueblo y lo más distante del poder, esté quien esté en el poder”. (Respuesta a una colega venezolana que radica en México, al final de la mañanera del 15 de febrero).
La propuesta de “la renovación tajante” obradorista ya la conocíamos, pero se refiere a la “vida pública de México”, no al oligopolio mediático que por sí sólo constituye uno de los poderes fácticos que asfixia, obstruye a la democracia, desinforma a las audiencias y las induce –cierto que cada vez con mucha mayor dificultad– a actuar política y cívicamente a tono con los intereses de la mediocracia y de sus aliados, socios o clientes de la oligarquía.
Explicó también AMLO que es un periodismo corporativo, completamente sometido a grupos de intereses creados. Afortunadamente en toda América Latina hay un despertar ciudadano, la gente está tomando mucha consciencia y se están dando los cambios, pero sí hay esta resistencia o la reacción conservadora.
Es de preverse que la nueva visión de López Obrador implique alejarse del concepto de don Sebastián y sobre todo de ciertas indefiniciones que a lo largo de los años no logra superar y que podrían consistir en que conserva esperanzas de regeneración por voluntad propia de los grandes propietarios de los medios de comunicación.
Además del indispensable debate sobre el tema y lo que podría constituir una nueva visión presidencial siempre que la desarrolle mucho más, resulta ahora una tarea pública de primer orden relanzar el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano con más recursos económicos y humanos, nuevas tecnologías, contenidos y programación mejores para que la 4T no dependa tanto de los oligarcas de los corporativos que desinforman y alienan a las audiencias y lectores.
Acuse de recibo
“Cuenta la anécdota que José Vasconcelos llamó pueblo globero a un grupo de alegres pueblerinos que lo dejaron plantado cuando daba una plática pública, para correr en busca de los globos multicolores que se le habían escapado al señor que los vendía. Al contrario del jolgorio de ese pueblo alegre y bromista, Biden es un antiglobero que va sobre un adminículo volador, en busca de destruir lo que asusta a su propia conciencia”. El comentario es de la periodista y escritora Teresa Gil sobre lo consignado aquí el lunes 20… “¡Felicidades a quienes han hecho y hacen posible la existencia de este Centro, el CEMOS!”, dice la doctora Elba Pérez Villalba sobre lo informado en la Utopía anterior… “Convocatorias de Becas para Estudiantes de Licenciatura. Te interesa formar parte del equipo de Becarios del IIJ-UNAM o conoces a alguien que esté interesado, puedes postular para una Beca para la formación académica y alta especialidad (…) Si tienes alguna duda comunícate con nosotros a los teléfonos 56 22 74 74 extensiones: 37 485, 85 449 o al correo electrónico: [email protected]” (…) El doctor Carlos Gómez Carro, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (Azcapotzalco), presentó su libro La veta fantástica en la obra de Gonzalo Martré, antología y estudio.
http://www.forumenlinea.com/ [email protected] Twitter@IbarraAguirreEd