*Todo el poder, todo el dinero
LUIS REPPER JARAMILLO*. Febrero 6 de 2012, Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial del PRD, a través de un videomensaje electorero. “regresaré a sus cuarteles al Ejército en 6 meses, si ganamos la elección del próximo 1 de julio”… No ganó. Enrique Peña Nieto, del PRI, triunfó y frustró la promesa del mentiroso (desde entonces) Peje.
(Calderón sí utilizó a los soldados para emprender una guerra fallida contra el crimen organizado, cárteles, sicarios. Resultado: 120 mil 463 víctimas dolosas).
“No debe seguir exponiéndose al Ejército, ni socavarlo; regresarlo (a los cuarteles) en la medida que se va profesionalizando a la policía” ¡Toing!
Seis años después, 2018, López retoma, para explotar el fracaso calderonista, el asunto de los militares, pero ahora con otra perversa, vil estrategia “cacha votos”. Como aspirante presidencial al frente de su empresa familiar, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) dio un giro radical a su malévola intención para comprar simpatías, simpatizantes y chairos.
Prometió como candidato, utilizar la bota militar para “encausar”, adoctrinar, convertir a los sicarios en campesinos en favor de la alimentación de los mexicanos, al ofrecer que los delincuentes cambiarían las armas por tractores, las balas por semillas; sus AR 15, metralletas Browning M2, calibre .50, Fusil Barrett .50; AK 47, para surcar el campo y depositar simientes nutritivas. Nada más falso.
Sus delincuentes a quienes “cuida” porque también son humanos, han provocado en sólo 4 años 3 meses de fallido gobierno lopezobradorista, la aterradora cifra de 135 mil asesinatos dolosos (más que Calderón en 6 años) … y contando.
Luego de convertirse en candidato presidencial triunfador y por ende presidente electo, blasfemó terriblemente. Se alió con el verde olivo y el crimen organizado, enviando a la bota castrense, el siguiente mensaje. “Ordenaré amnistía: perdón y olvido a sicarios, gatilleros, gavilleros, asesinos, líderes de cártel, violadores, secuestradores, para que no haya persecución, combates, detenciones.
Más beneficios para la gente armada: “respetamos sus derechos porque también son humanos”, “cuidamos a las bandas, porque también son humanos”. “Abrazos no balazos”
Para que la milicia acatará la orden del Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas (5 estrellas) en tanto el Secretario de la Defensa Nacional sólo porta 4 estrellas, les otorgó beneficios económicos, políticos, materiales. De facto conformó el 4º Poder (no constitucional), sí práctico, activo y decisorio.
Iniciando el sexenio, a través de sus larvas en el Congreso de la Unión (diputados y senadores) con mayoría legislativa, le aprueban reformas legales para otorgar a la bota facultades de constructores, administradores, policías callejeros, cuidadores y administradores del espacio aéreo mexicano, “explotadores” de aduanas, puertos, cruces fronterizos, “borders patrol” en el sur y norte del país.
Aporreadores (seguridad) en el Metro de la Ciudad de México. Operación, administración, beneficiarios de la nueva línea aérea Olmeca-Maya Mexicana (antes Mexicana de Aviación).
Le dio facultades al verde olivo para detener, sin orden judicial, por mero acto de sospechosismo, a población civil.
Es larga la lista de beneficios y ventajas, por encima de población civil, que los militares han obtenido de la Transformación de 4ª (léase López Obrador): constructores (remodelación), operadores, administradores, explotadores y beneficiarios de la Base Aérea Militar de Santa Lucía, pomposamente llamada Central Avionera Felipe Ángeles. Porcentaje ventajoso (sobre civiles) en las obras del “chu chu chú” Tren Maya, que regenteará en los tramos obsequiados.
Construcción, vigilancia y renta de mil 600 sucursales del Banco del Bienestar. Participación y levantamiento de gran parte de la Refinería Dos Bocas, capricho de la dupla Nahle/López Obrador. Permiso para contener, aporrear e impedir el paso –por México- de caravanas de indocumentados centroamericanos, haitianos, cubanos, venezolanos que huyen de las tiranías de su país.
A la Secretaría de Marina (Armada de México) le regaló vigilancia y seguridad de Puertos mercantes (importación/exportación de mercancías), aduanas marítimas, pero no sólo como vigilantes, sino administradores, dueños, liquidando a empleados civiles que durante toda la vida trabajaron ahí.
En tres palabras se describe esta sádica relación López Obrador/Fuerzas Armadas (Ejército, Marina, Guardia Nacional) militarización del país.
Ante lo evidente las reacciones de investigadores, expertos, periodistas especializados en seguridad nacional, acusan que ahora “el rol político del ejército se ha fortalecido en el gobierno de Andrés Manuel, Transformación de 4ª, Morena, en tanto la responsabilidad civil se debilitó debido a la fragmentación de la corrupción política –impulsada por López Obrador, que ha causado la delincuencia organizada –protegida y “cuidada” por él-
El investigador y experto en seguridad, de la Universidad de Columbia (EE UU) Edgardo Buscaglia, acusa que “hoy de alguna manera el Ejército Mexicano se ha latinoamericanizado en muchos sentidos: tiene poder político en relación a las autoridades civiles fragmentadas, que antes no tenía (sexenios del PRI y PAN).
De facto, López Obrador desapareció a la Policía Federal (civil) y creó su Guardia Nacional (como Chávez, Maduro, Díaz Canel, Ortega, Fernández) formada por militares habilitados como civiles, con disciplina castrense que la Cámara de Diputados –Morena, PT, PVEM- aprobó para tener mando civil, pero de suyo, es dirigida por militares, el General Secretario de la Defensa, Luis Crescencio Sandoval.
Para cooptar y otear a la población civil, antes que, al crimen organizado, López Obrador autorizó, a través de sus esbirros en San Lázaro, al Ejército la construcción de 266 cuarteles de la Guardia Nacional diseminados en todo el país, sin la participación de ingenieros, arquitectos, peones, maestros de obra, albañiles civiles. Todo lo hace el verde olivo.
Curándose en salud, y para justificar el poder político, económico que López ha depositado en las fuerzas armadas, el 20 de noviembre de 2022, Luis Crescencio Sandoval, se aventó un spech ante su jefe supremo, gabinete, y los poderes legislativo y judicial con esta retórica: “apoyamos los proyectos prioritarios de su gobierno (se dirigía al Peje) con todos los recursos humanos, materiales y financieros (¡desde luego, le abrió las alforjas al militar!) que la Nación nos provee en aras del bienestar de los mexicanos” ¡Aja! Nuestra lealtad institucional es a toda prueba”
“Nos subordinamos al poder civil!! sin que eso signifique perder nuestra naturaleza o razón de ser. El Ejército no pretende ningún poder” … Falso, ya lo tiene.
Pero ese amor y deferencia que tiene El Peje al Ejército, Marina y GN, lo cambió por humillación, imposición y deslealtad, el 17 de octubre de 2019, cuando los castrenses había detenido, con orden de extradición a Estados Unidos, a Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo, en su natal Culiacán. Sometido y esposado, el responsable del operativo, Alfonso Durazo, Secretario de Seguridad Federal, hoy gobernador de Sonora, recibió una llamada de celular de Andrés Manuel, ordenando liberar de inmediato, sin presentarlo al Ministerio Público Federal (FGR), dejarlo en su casa, sin más ni más.
Ante los ojos del mundo, Ejército, Marina y GN quedaron como estúpidos, pues la orden inconstitucional, soberbia, arrogante del señor López los mostró débiles, sumisos, arrodillados ante un civil (político, aun siendo presidente, se acaba en 6 años, mientras ellos, uniformados, lo serán para siempre). Para enjugar su cobardía (violar Constitución y leyes), López se justificó “nosotros no queremos muertos, no queremos la guerra. Esto le cuesta trabajo entenderlo a muchos, pero la estrategia (militar y civil) que se estaba aplicando anteriormente convirtió al país en un cementerio”
¿En serio, Andrés? llevas en apenas 4 años 3 meses, más de 135 mil homicidios dolosos, que requiere al menos 3 cementerios propiedad de Morena, Transformación de 4ª y de AMLO. Superas a quien más odias: Felipe Calderón.
Bocón, lengua larga, mentiroso y aliado de las fuerzas armadas en contra de los mexicanos, se atreve a blofear, “yo encabezo un gobierno civilista, no es una dictadura militar o un gobierno civil con afanes autoritarios ¿no? Cuesta trabajo que esto se entienda, pero poco a poco los hechos van a demostrar que esta es la vía” ¿de la dictadura civil o militar, Andrés?
Para ponerlo en su lugar, señor López, la politóloga Maite Azuela, sostiene “el presidente requiere propaganda de alianza con las fuerzas armadas para garantizar la continuidad de su proyecto transexenal” imponiendo –esto digo yo- a una de sus 4 corcholatas (el poder tras el trono).
*Colaborador de los Grupos Editoriales Digitales radioexpresionmexico.com, mexiconuevaera.com.mx, pausa.mx, revistapeninsular.com.mx, aldeadigital.mx