La sabiduría del mundo es no saber
acerca de la de Dios, y la de Dios
acerca de la del mundo.
San Juan de la Cruz
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ (@arturosuarez). Sobre las decisiones tomadas por el presidente López Obrador al inicio de su administración ya se sienten los resultados, en la mayoría de los casos solo fueron palabras que se las llevó el viento y que hoy quieren defender con una narrativa que resquebraja con los hechos y cuando ya no les alcanza viene el insulto del Pejelagarto, que en eso sí se ha perfeccionado o recurre al pasado para culpar a los anteriores, aunque nunca asume ninguna responsabilidad, pero a más de cuatro años de asumir el poder la prueba del ácido es el tiempo y contra la evidencia habrán de sucumbir aunque tenga 10 millones de aplaudidores eso no modifica la realidad.
En la mañana del 28 de noviembre del 2019, López defendió la designación de José Ángel Carrizales López como titular de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, el funcionario era parte del grupo de ayudantía y fue rechazado cinco veces por el Senado para asumir la Comisión Reguladora de Energía, por falta de preparación y no cumplir el perfil requerido, por ello el presidente mencionó que sus funcionarios deberían tener 90% honestidad y 10% de conocimiento, así López Obrador se pintó de cuerpo entero, quedó de manifiesto que muchos movimientos se hicieron y harían sobre las rodillas, con improvisación y sin preparación.
Un par de meses antes había dicho que “No es tan difícil gobernar y es más importante el sentido común”. Durante su tercera campaña presidencial había dado cátedra de como extraer petróleo y claro que desató las burlas y críticas en redes sociales por la ligereza en sus dichos, resultaban hasta simpáticas, pero cuando se es presidente las decisiones tomadas afectan a las mayorías y que conste que no se trata de dar gusto a todos, si no realmente tomar determinaciones con conocimiento de causa, Obrador terminó pareciéndose a Vicente Fox que acusaba ignorancia a cada paso que daba.
Estamos a días de que se cumpla el primer aniversario de la inauguración del AIFA y por vez primera el presidente tomó un vuelo, hay que decir que faltan las certificaciones internacionales, que las vías de comunicación no han sido terminadas como carreteras y el tren que ya debería funcionar, durante el evento se inauguró la vía principal que conecta con Zumpango, pero resulta que aún continua en construcción.
En su discurso López aceptó que el aeropuerto de Texcoco si era viable, así lo aconsejaba el dictamen, pero también sus funcionarios Jiménez Espriú, Alfonso Romo y Carlos Urzúa, fiel a su sentido común López se decantó por una consulta para justificar su decisión, que quede claro, no fue el pueblo bueno, los votos de la consulta solo fueron la cuartada para lavarse las manos.
La cancelación de NAICM le costó al erario público 280 mil millones de pesos, sanciones al gobierno e indemnizaciones para los contratistas. De aquel discurso que había corrupción en la edificación del aeropuerto de Texcoco hoy no queda nada, nunca le fincaron responsabilidad a ningún empresario solo fue la narrativa para cumplir el capricho de un hombre, pero insisto por el tamaño de las obras, el costo y la importancia no habrá como ocultar el éxito o fracaso de la infraestructura que dejará la 4T.
Queda claro que los países más desarrollados son aquellos que le apuestan al conocimiento en todos sus frentes. Para nosotros en estos últimos años ha sido de desprecio por el conocimiento, por los especialistas, por la ciencia y la tecnología, por las ciencias sociales y han preferido hundirse en el pensamiento unívoco que raya francamente en la fe de una secta… Pero mejor ahí la dejamos.
Escríbeme tus comentarios al correo [email protected] y sígueme en la cuenta de Instagram en @arturosuarez_.
Hasta la próxima.