ROGER LAID (Chiapas). México es el país donde más segmentado se encuentra el sistema de salud.
Se denomina segmentado porque cada segmento de la población es atendido por una institución distinta, los trabajadores asalariados y sus familias del sector privado se atiende en el IMSS-Régimen ordinario, los trabajadores del gobierno federal se atienden en el ISSSTE.
Por su parte los miembros de la SEDENA, tienen su propio sistema de atención médica, de la misma forma la Marina Armada de México, los trabajadores de PEMEX, también tienen su sistema de salud, los trabajadores de los gobiernos de los estados cuentan con sus propios sistemas estatales, en el caso de Chiapas es el ISSTECH, la población que no tiene “derecho” a la Seguridad social, porque no tienen un empleo permanente, tiene dos opciones, la Secretaría de salud y el IMSS-bienestar, además existe un segmento de clase social media y alta que adquieren seguros médicos privados.
Es decir, existen ocho Instituciones públicas que proporcionan la atención médica a la población del país, lo cual genera incertidumbre en la población y da la impresión que somos ocho tipos distintos de mexicanos.
En un intento por hacer valer el “derecho” de la atención médica a la población se creó el Sistema de protección social en salud (seguro popular), que les garantizaba a las personas el acceso a los servicios, mediante una póliza que demostraba que estaban afiliados.
Para garantizar esta situación los gobiernos estatales estaban obligados mediante un acuerdo con la federación a aportar recursos para el sistema en una relación de 5 (federal) a 1 (estatal) con el gobierno federal.
Para asegurarse que las unidades contaban con lo necesario se instrumentó el programa de acreditación.
En esta “cuatro t” es decir “el actual gobierno” se crea primero el INSABI que fue un total fracaso, a finales del año pasado, fue publicado en el diario oficial de la federación (DOF: 07/09/2022) el ACUERDO por el que se emite el Programa Estratégico de Salud para el Bienestar, en el cual se incorporan los centros de salud y hospitales de la Secretaría de Salud al IMSS-Bienestar.
MÁS DE LO MISMO
Al fusionarlas, la población sin seguridad social continua en las mismas circunstancias, la cobertura no se incrementa, no se contrata a nadie más, ni se construyen nuevas unidades médicas, se fusionan los presupuestos y se adopta un modelo de atención con el que ya trabajaba el IMSS-B, que de ninguna manera ha sido exitoso, pero al cual se le ven ciertos tintes político-electorales.
La Organización Mundial de la Salud menciona “El acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud implican que todas las personas y las comunidades tengan acceso, sin discriminación alguna, a servicios integrales de salud, adecuados, oportunos, de calidad, de acuerdo con las necesidades, así como a medicamentos de calidad, seguros, eficaces y asequibles, a la vez que se asegura que el uso de esos servicios no expone a los usuarios a dificultades financieras, en particular “los grupos en situación de vulnerabilidad.”
De acuerdo con este postulado todos los mexicanos tendríamos la posibilidad de acudir a una atención médica a la unidad más cercana a nuestro domicilio, de la institución que sea, como lo tienen otros países donde se llama ministerio de salud. Para lograr esta situación deberían fusionarse todas las instituciones que proporcionan atención médica bajo un mismo nombre que el gobierno federal decida y conservar los nombres de las instituciones para fines de trámites de prestaciones sociales que tienen los trabajadores, como préstamos para vivienda, jubilación, entre otras que benefician al capital humano a quien no se le perjudicaría en lo más mínimo.
Para fusionar a todas las instituciones con la finalidad de generar realmente una atención médica universal, requiere de una decisión firme, con un soporte presupuestal suficiente y oportuno y con directivos bien capacitados para generar los lineamientos, las reglas de operación y un modelo de atención médica universal, simultáneamente no debe olvidarse el desarrollo de la medicina preventiva y la salud pública en general, lo cual requiere de un impulso importante, para no volver a caer en un sistema reactivo, que ya con la pandemia de COVID-19 demostró su ineficiencia, en lugar de ser preventivo y anticipatorio. Insisto, fue reactivo y generó muchas dudas en su encause político.
¿MÁS VOTOS, MENOS SALUD?
El director general del IMSS Zoé Robledo Aburto, tendrá que demostrar que no esta en el juego de servir a intereses políticos, mientras el presidente señala que tendremos servicio medico igual que en Dinamarca, recordemos que hasta públicamente negó que bajaría el precio de la gasolina porque en política las promesas son solo para ganar simpatías y votos.
Puntos Suspensivos…
Me asalta una duda ¿El Secretario de Salud Don Pepito Cruz respetara las instrucciones para cambiar la formatería y sistematización? ¿Que se espera del que se siente consentido de la “cuatro t”?
Opiniones, quejas y sugerencias al 9611897730 miembro del Club Primera Plana