MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN. Qué culpa tienen los bueyes´n, de que les salgan los cuernos’n…
Es posible una historia. Cuando Su Alteza Serenísima, antes de despuntar el alba se mira al Espejo de Maléfica y éste le recita:
“Sí, sí, Andrés Manuel, eres el más chingón de la pradera, el más guapo e inteligente, culto y bien vestido, con carácter y control sobre tu gabinetazo que se disciplina y te obedece.
“No, no, Andrés, no hagas caso a los pinches críticos y periodistas. Aplícales la Ley General de Comunicación Social; asfíxialos, mátalos por inanición financiera, córtales la publicidad y que publiquen a fuerza tus logros, tus programas.
“No olvides que tienes a una dichosa y excelsa prensa militante, a los muchachitos que controla Chucho, que los maicea y adiestra para que, como la güerita que te comparó con un corredor keniano, nieguen rotundamente que les pagan en Presidencia.
“No, no, te preocupes, allá ellos que expliquen e dónde los dineros, y hasta dólares como el reportero que antes le cargaba el portafolios a un diputado federal, hoy viste trajes nuevos y corbatas de seda, de pésimo gusto pero de seda y se pasea por Nueva York y recorre la Unión Americana dizque reuniéndose con migrantes mexicanos para llevarte sus mensaje, inquietudes, peticiones.
“Y hasta te ofreció como regalo personal un terreno para que, en su pueblo, se construya una sucursal del Banco del Bienestar y que ahí, como se planea, en todas las sucursales de este bancazo lleguen las remesas enviadas por los migrantes.
“Sí, Andrés, son los héroes de los que presumes bien chambeadores y que envían miles de millones de dólares, billetes que apuntalan a la economía nacional. No importa, Andrés, no importa por qué chingados agarraron camino rumbo a Estados Unidos y hasta Canadá. Que no te culpen.
“Continúa, Andrés –cita confianzudo el Espejo de Maléfica–, con tus decretos, tienes el poder, úsalo y chíngate a quienes, como las empresas aéreas de carga que no quieren operar en el AIFA, obligándolas a salirse del AICN.
“Y recuérdale a la oposición en el Congreso de la Unión quién manda. Eres el presidente más popular, aunque no implica ser el más eficiente.
“¡Ahaha!, eso que se llama Vamos por México te quiso joder en la Cámara de Diputados frenándote la reforma político electoral, negándote el apoyo para la mayoría calificada por ser reforma constitucional, pero te los chingaste con reformas a layes secundarias.
“Sí, sí, Andrés Manuel, ya lo sé, Lorenzo Córdova, el odiado Córdova Vianello, se va en abril junto con el incómodo Ciro Murayama, y tus críticos te cuestionan: para qué tanto joder si el Instituto Nacional Electoral tendrá cuatro nuevos consejeros electorales que podrían ser afines a tus riendas. ¿Para qué Andrés Manuel?
“Tal vez y sólo tal vez, tienes defectillos pero son eso Andrés: defectillos…
El licenciado presidente sonríe mientras rasura sus mejillas que ceden a la ley de la gravedad, Escucha al Espejo de Maléfica, escucha complacido, sonriente, feliz, feliz…
“Comenzaste el año con el pie derecho –continúa el Espejo–, aunque el término sea neoliberal pero finalmente derecho, de la buena suerte, quizá imantado por tu “detente” que llevas en la bolsa próxima a tu corazón, en tu pecho que no es bodega.
“Diste una lección de diálogo, aunque no hablas ni pisca de inglés y menos francés, con míster Biden y Monsieur Trudeau, pero debes reconocer que, como dice el honesto procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, te pasaste de rosca en la conferencia de prensa y acaparaste el tiempo con rollos de la mañanera. Pero…
“Te viste requetebién, no importa que la prensa canadiense y la estadunidense te hayan negado las notas de portada y acaso sólo dieron una notita en interiores.
“Pero, que The Washington Post y The New York Times, el Toronto Star y Le Journal de Montréal, por ejemplo, chequen las portadas de La Jornada y otros diarios mexicanos que, casualmente y sólo casualmente, ensalzaron esa reunión Cumbre de Líderes de América del Norte. ¡Chequen!, para que sepan lo que es canela.
Es jueves 19 de noviembre y aún no amanece, corren los minutos previos a la reunión del gabinete de seguridad. Y Su Alteza Serenísima tiene tiempo; ha dormido bien, se despachó lo que llama “cóctel de medicamentos” y no le duele ni el pelo.
Atiende las reflexiones del Espejo de Maléfica, su Espejo, al que sólo él tiene acceso en la intimidad del baño privado, después del regaderazo que lo ha avispado lo suficiente como para repasar el mensaje de este día cuando encabezará la ceremonia por el 80 Aniversario de la creación del Instituto Mexicano del Seguro Social.
¿Pues no que al diablo con las instituciones?
Andrés Manuel I sonrió y se exoneró de esa declaración que no aplicó generalizada y dejó en pie a instituciones como el IMSS y el ISSSTE, la Secretaría de Salud y el Infonavit, porque apuntalan sus sueños de pasar a la posteridad como el mejor presidente del México contemporáneo y, ¿por qué no?, de la historia patria.
“Ochenta años del IMSS que responde, justamente a tus órdenes, Andrés Manuel –retoma el dialogo el Espejo de Maléfica”.
¡Recáspita Batman!
El Espejo de Maléfica, inteligente que es, evita discrepar con su dueño en turno que, dígame si miento, es más perverso que la propia Maléfica.
“¡Ah!, te renunció Germán Martínez Cázares a la Dirección General del IMSS. Malagradecido, qué poco aguanta, apenas cinco meses y 21 días, del 1 de diciembre de 2018 al 21 de mayo de 2019, dizque porque se negó a aceptar imposiciones y ahora hasta se volvió opositor desde el Senado, escaño que le fue obsequiado vía plurinominal.
“No te preocupes, Andrés, por los que se decepcionaron de tu gobierno, como Germán Martínez Cázares y Gibrán Ramírez Reyes y Julio Scherer, quien renunció al cargo de Consejero Jurídico de la Presidencia el 2 de septiembre de 2021, igual que Carlos Urzúa que dimitió a la Secretaría de Hacienda cuando nacía tu sexenio.
“Carlos Urzúa se fue porque quiso, Andrés Manuel.
“Se fue porque dijo que no estaba de acuerdo con tus imposiciones, porque le echaste al cesto de la basura al Plan de Gobierno 2019-2024. Allá él, Andrés Manuel, la economía la haz manejado con puntualidad.
“No aceptes –le enfatiza el Espejo de Maléfica–, las acusaciones de que endeudas al país. Tú no eres como los de antes, como esos neoliberales y conservadores que robaron sin llenadera, como tú pero tú lo haces con tanta inteligencia que tus fans, tus seguidores, el pueblo bueno te defiende y asegura que te acusan por ardor, porque acabaste con la corrupción.
“¿A poco no, Andrés Manuel?
“Las adquisiciones sin licitar, los contratos millonarios para los cuates, los amigos de tus hijos, los clientes de tus hijos y amigotes tuyos.
“La defensa que enderezaste a favor de la pasante Yasmín Esquivel Mossa demuestra que amor con amor se paga y hasta te sirvió para descalificar al rector de la UNAM y decirle que no sea Poncio Pilatos y, si sabe de leyes las acate.
“Y me emociona, Andrés Manuel, cómo defiendes a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo y hasta le echaste la mano enviándole seis mil efectivos de la Guardia Nacional para dejar claro que, en el Metro, hay mano negra que pretende desprestigiar a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
“Aunque el daño está hecho –como diría Martín Ortiz—y la doctora cayó en el top ten de popularidad, ¡Andrés Manuel!, cayó pero en su lugar ascendió el tenor de Bucareli –disculpa lo confianzudo—pero así le dicen a Adán Augusto.
“Y qué, licenciado presidente, qué tal que Ricardo Monreal Ávila fue incorporado a la lista de presidenciables de Morena y hasta invitó a la plenaria de los senadores de Morena, a Claudia, Adán Augusto y Marcelo…
“Sonríe, Andrés Manuel, sonríe. Tu gerente del Corporativo Morena de cuyo consejo de administración eres presidente, hizo la tarea y dio un paso para frenar el desgajamiento en tu partidazo”.
Y el licenciado presidente atiende la recomendación del Espejo de Maléfica y sonríe y muestra su blanquísima y perfecta dentadura plagiada, en la que por supuesto no hay rastro alguno de su época de fumador que cortó en 2013 cuando sufrió un infarto.
Luego, desde el púlpito de la mañanera, en el decimonónico Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, su Palacio, el licenciado presidente celebra el aniversario del IMSS y vuelve a las andadas.
Sigue en campaña y promete:
“Y vamos avanzando y tenemos el compromiso que este año vamos –en serio, no se ría, lo dijo nuevamente– a tener un sistema de salud pública de calidad en todo el país, y esto tiene que ver con una decisión que se tomó de federalizar el sistema de salud pública”.
¿Cómo en Dinamarca, Andrés Manuel?
¡Ay! De salida y como sin querer queriendo, Su Alteza Serenísima pide a su noble cuanto aguantador auditorio:
“Me dejan nada más presumir para el archivo, les muestro una encuesta de hoy. ¿Hoy o mañana? A ver, de una vez, vámonos, para que…
“Miren, así estamos. Nos sigue ganando Modi (Narendra Damodardas Modi, primer ministro…), de la India, es un fenómeno, 76 por ciento de aceptación y 20 de rechazo.
“El segundo lugar lo seguimos manteniendo, 66-28. Por eso digo que no hay polarización, hay politización”.
¿Y?
Popularidad no es sinónimo de eficiencia y buen gobierno, Andrés Manuel I, lo sabes bien. Pero, pero…
Sonríe a la cámara, sonríe que los tiempos que se avecinan requerirán de algo más que tu sonrisa Colgate. Digo.
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