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HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN. Hasta hace unos cuatro o cinco meses, antes de que su paisana la gobernadora de Campeche, Layda Sansores diera a conocer unos videos, en los que se señalaban los negocios de Alejandro Moreno Cárdenas, el campechano, no era más que un vil delincuente que por esos azares de la política mexicana y con la complicidad de otros delincuentes como los Murat llegó a la dirigencia nacional del PRI.
Alito como le gusta que le digan, porque así le dice mamá, llegó como quien no mata una mosca -un dicho muy mexicano-, pero muy pronto sacó las uñas, se puso en primer lugar en la lista para diputados de representación popular y le dio a sus amigos y cómplices las demás posiciones en San Lázaro y en los estados y municipios.
Alito salvó la cárcel este año porque cuando en la Cámara de Diputados estaba todo listo para su desafuero, se sacó de la manga una reforma para que el ejército permaneciera en las calles hasta el 2028, lo que cayó como anillo al dedo en Palacio Nacional.
Ahora Moreno Cárdenas da el golpe político de su vida, con un Consejo Político Nacional afin y la mayoría de los comités estatales a su favor, modifica los estatutos para permanecer como presidente nacional del PRI hasta 2024 y, así volver a manejar los puestos de elección popular que seguramente tendrá ese partido y quién no dice que hasta se caliente con la candidatura presidencial.
Ni Rodolfo Sánchez Taboada, ni Alfonso Martínez Domínguez en el siglo pasado, ni Roberto Madrazo y Beatriz Paredes, ambos sin el tutelaje presidencial, lo intentaron siquiera; Aunque Madrazo controló la estructura partidista para agandallar la candidatura presidencial en el 2006.
Lo más triste para el partido que gobernó al país por más de 70 años, es que ningún hombre fuerte del mismo, ha levantado la voz para poner a Alito en su lugar, apenas se han escuchado las voces de dos o tres priistas de medio pelo que han reprobado esa infamia del Consejo Político Nacional que manipuló campechano.
¿Dónde están Manlio, Gamboa, Labastida, Peña Nieto, Salinas de Gortari, Paredes -aunque de la tlaxcalteca no se puede esperar mucho porque con el apoyo de Alito quiere ser la candidata que el PRI presente ante una eventual alianza, cosa de complicidades- o Madrazo que pueden frenar al aspirante a dictadorcito partidista?
¿Confiarán las dirigencias de los otros partidos afines en un personaje tan desprestigiado como Alito, quien ya los traicionó una vez, y que con la mano en la cintura traiciona a su partido, para formar una alianza en 2024?
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El próximo año podría darse el quiebre en la relación México-Estados Unidos si el presidente Andrés Manuel López Obrador sigue echando sus puyas en contra del vecino país del norte. En la mañanera de ayer volvió a lanzarse en contra del gobierno norteamericano, a quien acusó, que siempre habla de democracia, en lugar de reconocer al presidente electo democráticamente, avala todas las “maniobras turbulentas” para la destitución de Pedro Castillo. No duden que en la Casa Blanca se las tienen todas guardadas. Y cuidado porque hoy Biden dará un paso que puede ser definitivo para su reelección, apoyar a Ucrania para su ofensiva final en contra de Rusia, con lo que colocaría a los Estados Unidos como la superpotencia capaz de poner orden en el mundo. Sin duda lo posicionaría rumbo a las próximas elecciones en la Unión Americana.
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