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TERESA VALDÉS BETANCOURT (SemMéxico, Colima). En México estas jornadas de las vacaciones navideñas comienzan con el pago de aguinaldos a partir del 12 de diciembre día de la virgen de Guadalupe hasta la añorada visita de los reyes magos en enero, se reconocen como las fiestas Guadalupe-Reyes. Las calles, los comercios y las casas se engalanan con adornos y seductoras ofertas comerciales. Abundan las posadas laborales y entre amistades con el “traje” para los reencuentros, hasta con quienes proceden de otros estados y países que arriban en estos días festivos, tanto de despedida de año como para recibir nuevas esperanzas.
¡Aguas! El 2023 comienza en enero, un mes muy especial. Después de los gastos de las navidades, regalos y en algunos casos vacaciones escolares, se nos olvidan las limitaciones económicas de la actual inflación y especialmente las mujeres, debemos prevenir la economía doméstica para la llamada cuesta de enero, porque las entradas adicionales del aguinaldo y los bonos de quienes los reciben, deben usarse de manera responsable.
Las estadísticas demuestran que el despilfarro en las fiestas Guadalupe-Reyes provocarán dificultades económicas en ese primer mes del nuevo año.
El empoderamiento de las mujeres trabajadoras, tanto en el sector informal como en las entidades estatales o privadas, modificó la historia de aquellas otras que debían hacer el presupuesto de la casa con una sola entrada de dinero. Hoy, ellas con su aporte, también contribuye a elevar la calidad de vida de la familia, pero deben hacer oídos sordos al bombardeo de la publicidad que las invitan a gastar. Ante esas ofertas vale la pena preguntarse ¿Lo necesito realmente? Las mujeres proveedoras en su ejercicio de administración, deben aprovechar el acceso a los recursos que alguna vez, le fueron negados y aprender también al uso racional de las tarjetas de crédito y débito, cuyos beneficios, establecen nuevos tiempos para pagar con “meses sin intereses” y que significan, nuevas deudas evitables.
Como proveedoras ellas también tienen que ajustarse en la manera de enfrentar su patrimonio compartido o no con la pareja, para asumir, el desembolso anual para los contratos de servicios municipales, pagos del suministro de agua, actualización de los documentos de tenencia del vehículo, impuestos del predial, las cuentas de teléfonos, Internet entre otros, que son imprescindibles para garantizar la calidad de vida personal y familiar.
Entonces urge nuevas maneras para organizar y reordenar los roles domésticos. La familia en su conjunto, debe saber que después de diciembre viene enero y que los gastos deben ser razonados, porque la economía desequilibrada en las fiestas decembrinas también cobra costosas limitaciones, sin considerar, un imprevisto ocasionado por un accidente o una enfermedad que origina importantes gastos médicos.
En la etapa post pandemia así como ante la creciente inflación, hay que agregar otras expectativas que pueden provocar imprevistos cambios laborales que modifican la situación económica familiar.
Estas probabilidades también son temas de mujeres, porque se reconoce el aporte femenino a la económica mexicana, convertida en realidad que incide tanto a su conciencia individual como en la familia y la sociedad.
Disfrute plenamente en familia las Fiestas Guadalupe-Reyes, pero con acomodo a las nuevas expectativas económicas, sin olvidar que enero, está a las puertas.
@Letra Clara
