TERESA GIL. Inaudito, absurdo, que un ex presidente de un país, en este caso de Polonia como Lech Walesa, venga a insultar a un país tercero como Cuba, con el que México tiene relaciones fundamentales desde hace tiempo. Walesa además, en su clara inconveniencia política, todavía habló mal de nuestro gobierno. Si se hubiera aplicado el artículo 33 de la Constitución que está plenamente justificado, el ultraderechista polaco ya estaría en otra parte. Ignorantes del respeto que merecen los demás países, él y otros que ellos llaman conservadores, llegaron a México desparramando ideas peligrosas y no entendieron que se les dio vía libre a partir del cumplimiento de respeto que merece nuestro país. El artículo 33 que se aplica a los extranjeros que rebasan esos límites señala que quien lo haga puede ser reportado de inmediato hacia el exterior, sin dar ninguna explicación. La primera parte del artículo que menciona el respeto que merecen los extranjeros en México, fue cumplido en carta cabal tolerando incluso sus palabras contrarias a nuestra democracia y cumpliendo con las garantías individuales que mencionan el articulo primero de la Constitución y el propio 33. Pero si se salen de cauce como sucedió el pasado 21 de noviembre, pueden ser corridos de inmediato, de nuestro país.
EN CUALQUIER PAÍS EXPULSAN A QUIENES INSULTAN A GOBIERNOS LEGALES
Los conservadores, como se autonombran los ultraderechistas que participaron en un evento los días 18 y 19 de noviembre, todavía campeaban en el país días después. A la cita que tenían enfrente de la embajada cubana llevaban como fin denostar al país del Caribe a partir de las posturas que ya Walesa ha expresado en otros países contra Cuba. Siempre ha señalado que irá a Cuba cuando sea libre. La presencia de cubanos que viven legalmente en México y que sabían de la cita de los conservadores, creó un momento de tensión y de discusiones en las que Walesa, sin medir el respeto que le merece el país, criticó a nuestro gobierno. La presencia del ex presidente polaco y de otros extranjeros incluyendo a Eduardo Verástegui que prácticamente lo es porque ha vivido en Estados Unidos buena parte de sus años, ha sido muy criticada por fuerzas progresistas, en la misma manera en que hay quienes se alebrestan para mencionar a Verástegui como presidenciable. El absurdo.
KAPUŚCIŃSKI, EL PERIODISTA POLACO QUE ODIABA A LOS CÍNICOS
Ryszard Kapuściński, el gran periodista polaco se refiere al cinismo de los periodistas en su libro Los cínicos no son para este oficio, pero extiende sus críticas a personas como su paisano Lech Walesa, que desde el conservadurismo comprometen la libertad y la vida de los demás Si se leen otros de sus libros hay descripciones que sin decir nombres, critican lo que es y era Walesa. Al ex presidente sin duda lo conoció ya que este fue presidente de 1990 a 1995. Pero los múltiples viajes de un periodista que recorrió alrededor de cien países en Europa, Africa y América Latina, le impidieron permanecer en su país. En 1994 estaba en lo que fue la URSS, escribiendo sobre la situación que prevalecía ahí. Ryszard murió en 2007. No hay que olvidar, además, que con un papa polaco como Juan Pablo II, había personajes que estaban apoyados por la iglesia católica y uno de ellos fue el que era líder obrero Lech Walesa. Kapuściński fue miembro del Partido Obrero Unificado de filiación comunista y sin duda conoció y criticó las posturas del ex funcionario polaco y como un ejemplo son las críticas que aparecen en algunos de alrededor de sus 21 libros, aparte de ensayos y las miles de notas que escribió en décadas, como periodista. De su visita a México hay muchas menciones, una acerca de su libro La guerra del futbol cuando estuvo a partir de 1968 y más tarde en el 2000, en la Fundación del Nuevo Periodismo Iberoamericano, que dirigió Gabriel García Márquez. Entre los muchos medios que tuvieron sus colaboraciones, se encuentra La Jornada. Fue esa presencia mundial que llegó a tener, la que catapultó la lectura de su famoso libro Viajes con Herodoto (Anagrama 2008) en el que plantea la similitud que esperaba tener con el gran escritor griego que soñó con derrotar, con otros, a Jerjes. Se trata de un libro de recorridos por India y otros países, con extraordinarios reportajes de como vivía la gente en plena miseria y orfandad. El lo denunció todo, en ese libro.