>> ¿Privilegios? Los de AMLO
MARTHA ELBA TORRES MARTÍNEZ (Michoacán). Escuchar en el autoritario López Obrador “defender democracia”, suena igual de falso y cínico que el “yo no tengo dinero”. Y por eso, va a tramitar su pensión del ISSSTE para irla llevando una vez que concluya su mandato el 30 de septiembre de 2024.
En la mañanera del 9 de noviembre y en la tunda cotidiana contra el INE y sus privilegios, divagó sobre los opositores -obviamente de él, no de México- que tienen mucho dinero. “Hay que analizar dónde vivían los políticos, sus casas, aquí en la Ciudad de México, dónde viven, en las Lomas, las zonas más exclusivas, y que conste, porque luego piensan que estamos en contra de los ricos, no, estamos en contra de los corruptos, que es distinto”.
¿Y dónde vive AMLO? En un Palacio, no cualquiera, el ¡Nacional! No paga renta, ni luz, ni agua, ni internet, menos predial; no gasta en comida, gasolina y ni papel del baño; tampoco en las y los empleados y ayudantes a su servicio. Tiene medicamentos, médico y enfermera de cabecera que están al tanto de que tome sus coctelazos de chochos para mantenerlo en pie.
Todo, todito, a costa de los contribuyentes.
¿Quién en este país, vive con tanto lujo y privilegios sin gastar un solo peso?
¿Miento? Su sueldo como Presidente es de un millón 958 mil pesos al año. El próximo 1 de diciembre cumple cuatro años al frente de la administración federal y habrá cobrado 7 millones 832 mil pesos, así que en dos años más, sus ingresos arañarán los 12 millones de pesos.
También cobró sus buenos salarios como jefe de Gobierno capitalino y como presidente nacional del PRD, y para irse a la campaña, igual del erario público le entregaban sus proveedores -señalados puntualmente en el libro “El Rey del Cash”- 50 mil pesos mensuales en efectivo sin declarar al fisco ni pagar impuestos. Eso del billete de 200 pesos en la bolsa del pantalón, es la mentira más grande con que embaucó a millones de pobres y ricos.
Fustiga a los políticos adinerados. Sí, muchísimos, como él. Porque su rancho “La Chingada” ubicado en Palenque, Chiapas y valuado en 25 millones de pesos, de acuerdo a información que en mayo pasado publicó El Universal, lo adquirió cuando era dirigente del PRI en Tabasco en 1983 y no fue herencia de sus padres como dijo, además tiene varias propiedades en su tierra natal. Que ya testamentó a sus hijos, puede ser, pero sigue gozando el usufructo en vida.
Y dice que “no tiene dinero”. Y por eso va a tramitar su pensión del ISSSTE. Y, seguramente, la del Bienestar, si no es que ya la recibe.
Todo esto tiene qué ver con la sarta de mentiras que a diario suelta contra el INE y particularmente el presidente consejero cuyo salario es de 240 mil 500 pesos al mes. Si. Un sueldazo. Pero sus ministras y ministros -Yazmín Esquivel, Loretta Ortiz, Margarita Ríos-Farjat, Juan Luis González Alcántara- y desde luego el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, cobran 284 mil 500 pesos mensuales. Bueno, aun Lorenzo Córdova percibe menos que la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez, que 248,500 pesos al mes.
La ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y actual senadora, cobra cada mes, su dieta de 105 mil pesos mensuales más tooodas las prestaciones y 250 mil pesos de su pensión como ministra en retiro de la Corte; su aguinaldo ascenderá a 4 millones 200 mil pesos. Estos son los políticos ricos de la “nueva mafia del poder” y que tanto defienden a los pobres…
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Pero el tema entonces, no es lo que gana Lorenzo Córdova, ni siquiera esa nueva “casta divina” y sus privilegios que rodea a López Obrador; el tema es que busca descarrilar lo que tanto costó a México: elecciones legales, confiables y legítimas que han permitido la alternancia en el poder.
El 13N se marchó en defensa de la democracia, pero también en protesta por los derechos vulnerados a lo largo de cuatro años: la libertad de expresión, acceso a la información y crítica; a la salud, la seguridad, educación de calidad y el empleo. Se expresó el hartazgo al trastocamiento al Estado de Derecho y de ser empujados al conformismo y la pobreza.
Marchamos periodistas críticos, porque estamos hasta la madre de que desde el oficialismo, nos tilden de chayoteros, cuando los chayoteros son otros.
Toda la semana previa al 13N, desde su misa de las 7, el Presidente no se cansó de acusar a quienes no creen en su predica, de racistas, clasistas, rateros, deshonestos, muy hipócritas, simuladores, cretinos, masoquistas, corruptazos, desclasados, aspiracionistas, machuchones, lambiscones y cretinos. Pero mejor todos esos epítetos, que aceptar ser “mascota”.
Pero veamos el lado positivo: tanta violencia verbal del Presidente, vino a sacar de la comodidad de sus casas, a una cantidad inimaginada de electores. Nadie lo previó. Ni AMLO y su mafia, ni los partidos, incluso ni las propias organizaciones civiles convocantes. Son los pasos en la azotea de AMLO y su 4T.
Más de 800 mil participantes, de acuerdo a Google Maps. Ahora, Morena y toda su estructura gubernamental federal y en todos los estados, están obligados a garantizar el 27 de noviembre, mínimo un millón de participantes. Nada fácil para los 22 gobernadores morenistas que tendrán que “mocharse” para los traslados y viáticos. Qué difícil será para el michoacano Alfredo Ramírez Bedolla, que tiene que aportar a la marcha de la CDMX y ni modo que en Morelia, ni un alma.
Porque el 13N muy visiblemente, marchó hasta la Pensión del Bienestar. Porque no es una dádiva, son nuestros impuestos, se repetía entre el viejerío que nos quedamos hasta atrás de la caminata en Morelia. La participación se estimó en 40 mil personas, la más numerosa del interior del país. La única concentración similar que se recuerda, fue la de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 con el Frente Democrático Nacional.
Y como a tanto, ahora morenista, ya se les olvidó las causas de la lucha del FDN, nada más les recordamos que fue contra el dedazo presidencial en el PRI -hoy Morena- y el control del Estado de los procesos electorales. Ese es el origen del INE autónomo, independiente del partido en el poder que tanto hoy se defiende…
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Así las cosas, el 13N se mostró la oposición social organizada y mandó un mensaje muy claro a los partidos: déjense de mamadas y a levantar el bloque legislativo, con el voto en contra a la iniciativa de reforma constitucional del Presidente. Hasta ahora la bancada del PRI, después de la putiza que le pusieron a Alito Moreno en un restaurante, sigue firme. Esperamos que no se vuelva a doblar en estos días. Ignacio Mier anunció que el día 28, Morena y sus aliados aprobarían el dictamen para el 29 presentarlo al Pleno, pero puede darse un “madruguete”. Como sea, habrá una sesión épica como la del 18 de abril que se frenó la Reforma Eléctrica. De mantenerse firme el bloque, la misma ruta seguirá Morena con reformas a leyes secundarias, que igual serán controvertidas ante la Suprema Corte.
Porque los partidos políticos de oposición -PRI, PAN, PRD y MC- ya ebtebdieron que están rebasados por la sociedad civil que exige coaliciones en el Edomex y Coahuila para el 2023 y en el 2024.
Hasta octubre, de acuerdo a El Financiero, en el Estado de México, 46 por ciento de la preferencia ciudadana estaba a favor de la alianza opositora, mientras que Morena y sus aliados suman 43 por ciento, ya con candidata definida con Delfina Gómez.
En Coahuila, también hasta ese mes, el PRI tenía 30 por ciento de las preferencias efectivas, el PAN, 14 por ciento y el PRD, 2 por ciento, lo que le daría a la alianza 46 por ciento, mientras que Morena capta 40 por ciento de la intención, el Partido Verde, 2 por ciento y el PT, 1 por ciento, lo que suma 43 por ciento.
Empates técnicos hasta octubre. Ya se medirá el impacto del 13N.
El tema sigue siendo el mismo con Movimiento Ciudadano y Dante Delgado tendrá ya que dejar de jugarle al llanero solitito. Por lo menos así se lo hizo saber un grupo de empresarios michoacanos bien picudos con los que se reunió hace una semana. De acuerdo a algunos colegas columnistas, le reprocharon bien feo que ande de esquirol de la “cuarta”. Nada bien resultó la reunión si Delgado Rannauro andaba en busca de financiamiento porque nada ofrece a cambio.
Por cierto, el 10 de noviembre, Silvano Aureoles regresó a Saltillo y volvió a compartir foto con el gobernador Miguel Riquelme y el audio de su encuentro con los medios de Coahuila. Les comentó que regresa con la tarea de ayudar a la construcción de la alianza opositora para las elecciones del próximo año y reactivar al PRD que perdió el registro estatal en 2021. Un buen propósito, porque al final de cuentas no tiene intereses en esa entidad y puede abonar para que se alcancen acuerdos en esa entidad y Estado de México.
Hay datos interesantes en ese audio sobre lo que serán los cimientos para concretar la gran alianza opositora del 2024, a partir del esquema que como diputado federal (2012-2015) Aureoles Conejo trabajó con sus pares del PAN y PRI en la Cámara Baja, y son los gobiernos de coalición. La particularidad es que el gabinete se integra por elementos de las diferentes fuerzas políticas participantes y con representación ante los órganos legislativos, e implica la descentralización del poder por lo que tendríamos un presidencialismo moderado. O sea, todo lo contrario de lo que es López Obrador.
Lo que requerirá muchas horas/nalga en las conversaciones será la elección del candidato o candidata presidencial. Todos están de acuerdo en una elección primaria, organizada y avalada por el INE para que todos queden conformes. El quid, de acuerdo a lo expuesto por el ex gobernador michoacano, es cómo nominar a los precandidatos, y Silvano quiere ser uno de ellos.
Llamó a aprender de las malas experiencias como en 2018 que se impusieron candidatos presidenciales sin tomar en cuenta a las bases. “En el PRD nunca permeó Ricardo Anaya y ¿qué hicieron los perredistas? Se fueron con Morena; igual en el PRI; nunca pegó Meade y los priístas le entregaron la elección a López Obrador. La gente pide que vayamos juntos, en alianza, pero con ellos, la sociedad, las organizaciones civiles y que presentemos propuestas serias y viables para recomponer las cosas”.