Elvira Gomezturja
Ciudad de México, 23 de octubre (entresemana.mx). Primero: ¡Felicidades a Moisés Sánchez Limón -director de entresemana.mx- en su cumpleaños! que la vida sea prodiga contigo en salud y éxito.
Entremos en materia: Un día, nos damos cuenta de que nuestros padres envejecieron y hay que cuidarlos o buscar ayuda para que los atiendan y procuren. Encontrar a la persona adecuada, es una moneda al aire, por muy recomendados que lleguen. Unos cuidadores, son muy humanos y amorosos, otros, simplemente nefastos.
Toda esta situación tratada con un muy ácido humor negro es la trama de la puesta en escena Si te mueres… ¡te mato!, cuyo título original es Radojka, el nombre propio de una anciana serbia. Su inesperada muerte crea un remolino de circunstancias en torno a sus dos cuidadoras, y cómo ellas idean la manera de conservar su trabajo, y por supuesto, la paga.
Si te mueres… ¡te mato! es una obra uruguaya, coescrita por Fernando Schmidt y Christian Ibarzábal, protagonizada en México por Susana Alexander y Azela Robinson.
La señora Alexander es una actriz aventurera en el sentido de que ella misma explora y explota su talento. No la olvido en el año 2000 cuando se desnudó en la obra Punto y Coma. La traigo al presente, porque solo una gran actriz con dominio de cada parte de su cuerpo y conociendo su talento, lo hubiese hecho como lo logró ella: ¡magistralmente! Ha interpretado tantos personajes que el camuflaje es su segunda piel. Y la villana de las telenovelas La Usurpadora, Laberintos de pasión, Mi destino eres tú: Azela Robinson, de la que emanan energía e intensidad especiales al lado de Susana. Robinson luce espléndida en el duelo con Alexander y crece ante el espectador.
El productor es Guillermo Wiechers, un gentleman con gran visión y talento, se la jugó en este regreso al teatro después de la pandemia. La gente aún tiene cierto temor de salir, pero hartos del encierro nos arriesgamos a divertirnos con cubrebocas y sin sana distancia. Memo, como lo llaman cariñosamente sus cercanos, inició su carrera en la producción teatral en 2004. Es un hombre agradecido. En el programa de mano recuerda a Manolo y Fela Fábregas. La obra se presenta en el teatro Fernando Soler del centro teatral Manolo Fábregas. Da las gracias a su mujer Ximena, y a las mamás de ambos: Graciela Olguín de Wiechers y Janett Arceo. Hay un debut afortunado en esta puesta, el de Lila Solana como productora asociada, de quien el experimentado Wiechers dice: “Es un shot de bedoyecta para esta obra”. La carrera de Lila es larga. Entre las emisiones que ha tenido a su cargo están Siempre en Domingo, los programas nocturnos de Verónica Castro y el Teletón entre muchas otras producciones.
Como les platicaba, la trama gira en torno a Lucía y Gloria, dos cuidadoras de una mujer de 90 años. Este par, están dispuestas a conservar su trabajo pase lo que pase.
Susana Alexander es Lucía y nos encandila con su desempeño. Estupendamente bien a sus 79 años, con tanta energía, tanta gracia y tanto talento. Su angelada actuación es una delicia: canta, baila y… al final asombra. Susana es una maestra de la actuación. El escenario es su casa, lo domina y subyuga. El cierre me estremeció con la vuelta de tuerca que dio la historia y con el giro del mismo personaje de la pariente del legendario Albert Einstein, doña Susana.
El escenario teatral no es ajeno para Azela Robinson quien interpreta a Gloria. Esta actriz siempre irradia mucha energía e intensidad. Tengo presentes sus actuaciones en La casa de Bernarda Alba (2002) de Federico García Lorca junto a dos grandes: Ofelia Guilmain (1921-2005) y María Rubio (1934-2018) y Orinoco (2007). Todo hace parecer que su personaje tiene el control y domina la situación, pero no es así. La obra se desarrolla en cinco cuadros, sin intermedio, en la ciudad de México.
Alexander y Robinson son dirigidas por Leticia Amezcua.
Esta puesta se representará solo 8 semanas. ¡Corran a verla! porque ni se imaginan el desenlace.
Antes de bajar el telón Guillermo Wiechers expresó que años antes hubiera pensado en montar esta obra con doña Ofelia Guilmain y Alma Muriel, dos grandes actrices que han partido de este plano. ¡Wow hubiera sido un agasajo! No es menor con Susana y Azela.
Si te mueres… ¡te mato! nos lleva a reflexionar sobre un tiempo que tarde o temprano llegará. Resulta hasta terapéutica para los que han pasado por la vejez de sus padres y lidiar con su cuidado. La tragedia se convierte así en un alud de carcajadas ante lo absurdo, pero a veces, la vida es absurda también.
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