Jesús Arturo Chávez Reyes/Selectra México
Ciudad de México, 20 de octubre (entresemana.mx). El número de empresas Fintech dentro de México continúa aumentando de forma importante y actualmente nos ubicamos en el segundo país de latinoamérica con mayor presencia de este modelo de negocio, ubicándonos detrás de Brasil.
El primer registro del uso del término Fintech se remonta a 1972, pero desde entonces el término ha evolucionado hasta llegar al concepto moderno que es utilizado para referirse a aquellas empresas que ofrecen servicios financieros basando por completo su operación en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Comenzaron a tomar fuerza en Reino Unido durante la crisis mundial de 2008, pues fue en este momento que las compañías de banca tradicional comenzaron a perder la confianza de sus clientes, quienes buscaban nuevas alternativas que les ofrecieran condiciones más atractivas, a día de hoy existen distintas verticales dentro del segmento fintech y las más importantes son:
Nuevas Formas de pago: Son empresas que funcionan como intermediarios entre los clientes finales y los distintos tipos de negocios en línea que existen, su principal función es ofrecer a los clientes un medio seguro y casi siempre internacionalmente reconocido para realizar todo tipo pagos en línea, con la principal característica de que el proveedor del bien o servicio no tienen acceso a ningún dato financiero de naturaleza sensible de su cliente, por ejemplo como sucede con Paypal.
Crowdfunding: También conocido como micromecenazgo, son redes colaborativas a través de las cuales las personas puede presentar distintos tipos de proyectos y recibir financiación de uno o más mecenas, cuentan con la importante característica de que las condiciones de solicitud son mucho más flexibles que un préstamo bancario, por lo que prácticamente cualquiera puede solicitarlo.
Inversiones en línea: Estas fintech permiten que una persona con acceso a internet, también puede acceder al sector de las inversiones de todo tipo de acciones, un servicio financiero para el que hasta hace algunos años era obligatorio hacerlo a través de un broker, esto no significa que esta figura profesional se deje a un lado, pues a pesar de que ahora contamos con herramientas digitales más intuitivas que permiten a las personas aventurarse y aprender de este mundo de forma inmediata, las asesorías virtuales de brokers profesionales siguen siendo una alternativa.
Neo Banks: Quizá de las fintech que hemos mencionado anteriormente, esta es la que mayor presencia tiene en el país, pues ha permitido bancarizar a aquellos sectores de la población que anteriormente habían sido ignorados por la banca tradicional, por ejemplo personas sin un sueldo fijo, pues de forma general son empresas que ofrece los mismo servicios que un banco de toda la vida, con las diferencias de que estos operan de forma totalmente digital y sus condiciones son más accesibles.
Cómo podemos observar las fintech cuentan con una gran cantidad de beneficios, pero se enfrentan a una barrera principalmente, la desconfianza por parte de la población a los servicios digitales, pues en el país con cada avance tecnológico se ha presentado una época de adaptación y aprendizaje sobre su uso, el cual ha sido aprovechado por algunas personas para cometer fraudes.
¿Pero qué tan seguras son en verdad las fintech? En primer lugar debemos considerar que al tratarse de un producto financiero existen regulaciones fundamentales que estas compañías deben cumplir para operar en el país.
Es por ello que surge la Ley Fintech, una legislación que estipula que estas nuevas empresas digitales además de contar con oficinas operativas y un domicilio fiscal dentro del país para tener un mejor control de ellas, deben contar con las herramientas necesarias para salvaguardar la información de sus clientes, así como para identificar y reaccionar ante posibles amenazas.
Sin embargo en muchas ocasiones la fuga de datos valiosos no siempre proviene de parte de las empresas sino de sus usuarios, quienes no hacen un uso responsable de las aplicaciones digitales, por lo que para poder operar con una fintech y tener un mayor sentimiento de seguridad es importante tomar algunas medidas.
En primer lugar debemos confirmar que la empresa con la que deseamos trabajar se encuentre debidamente registrada y en orden ante las autoridades correspondientes, así como conocer a detalle el nivel de riesgo y condiciones del producto que contrataremos.
En segundo lugar evitar compartir nuestras contraseñas y/o ingresar a nuestras cuentas bancarias a través de redes públicas de internet, pues estas cuentan con niveles de seguridad muy bajos, por ello en la medida de lo posible debemos intentar acceder únicamente a través de nuestra red doméstica o a través de aquellas privadas en las que sepamos que cuentan con una contraseña realmente segura de wifi, que nos proteja de accesos no autorizados.
Pues, solamente a través de una labor conjunta por parte de organizaciones, autoridades y usuarios, podremos percibir una mayor sensación de seguridad alrededor de los servicios digitales y disfrutar en verdad de los beneficios que la revolución tecnológica nos ofrece.