*Luis Enrique Cadena García, edil del modesto ayuntamiento es uno de los tantos alcaldes que están en la mira del fiscal Santiago Nieto, por uso indebido de recursos extraordinarios entregados en marzo pasado y de los cuales el ex contralor, César Mora, no comprobó su correcta aplicación, tejiendo una red de complicidades donde no se realizaron las obras que justificaron su entrega en la pasada administración; se presume que el desvío en 13 alcaldías puede ser superior a los 900 millones de pesos
ANTONIO ORTIGOZA VÁZQUEZ/ Especial de Expediente Ultra. De los 13 alcaldes de Hidalgo que están en la mira del Fiscal Santiago Nieto, el de Nopala, Luis Enrique Cadena García apunta a ser uno de los más evidentes hilos conductores para desenredar la madeja de corrupción que tuvo su último capítulo a través de la entrega de recursos extraordinarios, que el pasado gobierno hizo sin verificar su puntual aplicación y donde el ex Contralor, César Mora tendrá mucho que explicar.
Cadena García, autonombrado “Comandante Supremo de la Regeneración Nacional”, ha resultado la antípoda de los principios de Morena de “No robar, no mentir y no traicionar”, tras ser señalado por regidores independientes de su cabildo y activistas sociales de su partido, como presunto responsable de un desvío de 71 millones de pesos destinados a obras no realizadas, según expuso el ex tesorero municipal, Jesús Rivera Medrano, destituido precisamente a la llegada de los recursos extraordinarios, en marzo pasado por Alejandro Rubio Hernández. sin la aprobación del cabildo.
El dinero proveniente de las arcas estatales, tendría como objetivo destinar 49 millones de pesos para la contratación de maquinaria en el combate a lirio acuático y 22 millones para obras de revestimiento en algunas comunidades. A la fecha, el lirio sigue proliferando y los trabajos en las comunidades sencillamente no existen.
Para el Fiscal Santiago Nieto, las pruebas están al alcance de su mano pues la mejor evidencia de la galopante corrupción que no conoce de siglas, partidos ni ideologías en las alcaldías hidalguenses, es que no hay trabajos que acrediten el correcto uso de los millonarios recursos que apuntan en conjunto a un quebranto superior a los 900 millones de pesos.
En este espacio, dimos a conocer otro caso similar donde en el ayuntamiento de Epazoyucan, al edil, Fidel Arce Santander, también se le asignaron en marzo pasado, recursos extraordinarios por 14 millones de pesos para obras de rehabilitación de escuelas públicas, caminos vecinales y espacios públicos. Según denunciaron regidores con rotundas pruebas, el alcalde pagó por adelantado a constructoras fantasmas de Oaxaca, por las supuestas obras que nunca se realizaron.
Y, mucho ojo, aquí también la bolsa de recursos provino de la misma que dotó con 71 millones a Luis Enrique Cadena, que en reciente fecha se paseaba feliz y contento por Canadá, bajo el argumento de atender asuntos familiares. En la lista de tropelías de la así bautizada como “Estafa Siniestra”, deben sumarse los 15 millones de pesos empleados por el gobierno municipal de Yahualica para desarrollar un “chat” que ayudaría a los funcionarios a comunicarse mejor con los ciudadanos.
Todo el entramado conduce al solapamiento del ex Contralor, César Mora, quien no impuso sanción alguna por el descarado desvío de recursos públicos en ayuntamientos de todos colores y sabores, abonando el “sospechosismo” de que muchas de las empresas donde fue a parar el dinero están en contubernio con el funcionario o, en el caso del desvío en Nopala, mediante la empresa El Rincón de Mi Pueblo, propiedad de la madre del alcalde, tuvieron el aval de despachos contables asociados con Mora.
Luego de su periplo por el país de la hoja de maple, Cadena García regresó con aire triunfante señalando que los ataques en su contra son obra de los enemigos del movimiento de regeneración que él encabeza pues, según su dicho, tiene prueba de que todo lo que de recursos extraordinarios “entró, salió” al ser depositado en dos empresas debidamente “registradas” ante la pasada administración estatal.
Seguramente el alcalde piensa que con echar la pelota a ex funcionarios, se librará del irregular manejo de los recursos públicos y que poniendo en suerte a los operadores de la millonaria estafa se librará de un delito que se paga con cárcel, pero olvida que “tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata”.
Y que además, buena parte de su cuerpo edilicio y su ex tesorero lo acusan de actos de nepotismo como tener a su esposa cobrando dos sueldos como Presidenta y Directora del DIF municipal, así como meter en la nómina municipal a empleados de la empresa de su señora madre. Asuntos donde el ex tesorero tiene pruebas para comprobarlo.
Los ediles que como Luis Enrique Cadena pensaron que les sería fácil servirse con la cuchara grande de la piñata presupuestal de fin de sexenio, estando en mutuo acuerdo y protegidos por el ex contralor, muy pronto sabrán de las consecuencias que les traerá su desatada avaricia pues el Fiscal Santiago Nieto es un hombre que no se anda con medias tintas cuando de echar el guante a funcionarios pillos se trata.
Y quienes pensaron que por ser de Morena, el candidato y ahora gobernador de su partido, Julio Menchaca, les solaparía sus cochupos como ocurría con las reglas no escritas en el PRI, se llevarán tremendo chasco porque su anunciada lucha contra la corrupción va en serio, trátese de quien se trate.